Salmo 23
En el conocido Salmo 23, David canta que Dios es nuestro pastor. Cómo Dios conduce al salmista a través de los profundos valles de su vida hasta verdes pastos y tranquilos arroyos. Cómo nos invita a la mesa frente a nuestros enemigos. Cómo llegamos a descansar en la casa de Dios.
El Salmo 23 en la Biblia fue escrito en medio de un período intenso de la vida de David. Hoy analizamos el significado del Salmo 23 y lo que podemos aprender de David. ¿Cómo es que David canta tanto al Señor en el Salmo 23 cuando lo está pasando tan mal? ¿Cómo puede sentarse tranquilamente a la mesa con el Señor en medio de la batalla? ¿De dónde saca tanta confianza y paz?
¿Qué dice en el Salmo 23 completo?
Salmo 23 Reina Valera
Salmo 23 en Español NTV
Salmo 23 en Español NVI
Salmo 23 Reina Valera
1 Jehová es mi pastor, nada me faltará.
2 En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará.
3 Confortará mi alma. Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
6 Ciertamente, el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Salmo 23 en Español NTV
1 El Señor es mi pastor;
tengo todo lo que necesito.
2 En verdes prados me deja descansar;
me conduce junto a arroyos tranquilos.
3 Él renueva mis fuerzas.
Me guía por sendas correctas,
y así da honra a su nombre.
4 Aun cuando yo pase
por el valle más oscuro,[a]
no temeré,
porque tú estás a mi lado.
Tu vara y tu cayado
me protegen y me confortan.
5 Me preparas un banquete
en presencia de mis enemigos.
Me honras ungiendo mi cabeza con aceite.
Mi copa se desborda de bendiciones.
6 Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán
todos los días de mi vida,
y en la casa del Señor viviré
por siempre.
Salmo 23 en Español NVI
1 El Señor es mi pastor, nada me falta;
2 en verdes pastos me hace descansar.
Junto a tranquilas aguas me conduce;
3 me infunde nuevas fuerzas.
Me guía por sendas de justicia
haciendo honor a su nombre.
4 Aun si voy
por valles tenebrosos,
no temeré ningún mal
porque tú estás a mi lado;
tu vara y tu bastón me reconfortan.
5 Dispones ante mí un banquete
en presencia de mis enemigos.
Has ungido con aceite mi cabeza;
has llenado mi copa a rebosar.
6 Seguro estoy de que la bondad y el amor
me seguirán todos los días de mi vida;
y en la casa del Señor
habitaré para siempre.
¿Cuándo se debe leer el Salmo 23?
El Salmo 23 es un hermoso poema que habla de cómo Dios trata a quien le entrega su vida. En los momentos en que tienes miedo o estás preocupado, el Salmo 23 te ayuda a entender que Dios tiene el control y no fallará. En este hermoso salmo, vea cómo Dios lo ama, lo cuida y lo protege.
Explicación del Salmo 23
Pasando tiempo con Dios
Dios invitándonos a la mesa. ¿Te suena familiar? Jesús también invita a la gente a la mesa. Se sienta con los pecadores, con sus discípulos y con su traidor Judas. Se toma su tiempo para compartir la comida, charlando y prestando atención.
Compartir la comida con alguien es también estar en relación con el otro. En la antigua tradición judía, no estaba permitido entrar en casa de nadie y comer con cualquiera. Especialmente no si trabajabas para la casa de Dios, el templo. Así que es algo muy especial cuando Dios nos dice que, independientemente de nuestras acciones pasadas y futuras, Él quiere comer con nosotros. Él anhela una relación.
¿Frente al ojo del enemigo?
Incluso en medio de la batalla, podemos acudir a Dios. Él nos invita frente a nuestros enemigos, según David en el Salmo 23. No es que Dios mate primero a todos los enemigos con una espada y luego se siente. No, Él muestra cómo está en relación con nosotros. El enemigo está mirando y no puede hacer nada contra nuestra conexión con el Señor.
Cuando buscas a Dios en los momentos difíciles, Él te invita a tomarte tu tiempo y venir a descansar con Él. Puede que tu situación no cambie, pero la presencia de Dios sí cambia tu visión de la situación. Ya no tienes que centrarte en tu enemigo, sino que puedes centrarte en quien está a la mesa contigo: Dios mismo. Céntrate en Dios, en lugar de en tus problemas.
La casa del Señor
El último verso del Salmo 23 dice: vivir para siempre en la casa de mi Dios. Imagínate: estar con Dios para siempre, nada más.
¿Experimenta usted esa paz? ¿La cercanía de Dios? ¿O es algo que echas de menos? Siéntate a la mesa de Dios y tómate un tiempo con Él. Él es un Padre amoroso al que le encanta pasar tiempo contigo. Según David en el Salmo 23, la bondad y el amor de Dios nos perseguirán toda la vida. Una hermosa exhortación de David a partir de la paz de Dios. Para que la bendición de Dios pueda expandirse aún más.
Salmo 23 como oración
Señor, buen Pastor, gracias por cuidar de nosotros. Más aún, que nos invitas a Tu mesa. Eres tan grande que me proteges incluso en medio de la batalla. Hazme valiente. Me gustaría confiar en Ti y estar en relación contigo incluso cuando estoy luchando. Permíteme volver a Tu Casa una y otra vez, estar en Tu presencia. Gracias por Tu felicidad y Tu gracia. Permíteme ser fuerte porque Tú me rodeas. No mis enemigos. En el nombre de Jesús. Amén.
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