🏡 ¿Sobre qué estás construyendo tu casa?
Las tormentas llegan sin previo aviso. Un día todo parece estable y, al siguiente, el suelo tiembla bajo tus pies. Así me sentí cuando mi esposo llegó a casa y me dijo: “Hoy me despidieron del trabajo.” Me quedé en shock. Mil escenarios pasaron por mi mente. Amigo/a, ¿alguna vez te has sentido así? De pronto, mi fe estaba siendo puesta a prueba otra vez.
Al principio, me frustré. Me enojé, busqué culpables, no entendía. Pero cuando el ruido de mis emociones se aquietó, me hice una pregunta: ¿Dónde estoy poniendo mi confianza? ¿En las circunstancias o en Dios? Entonces, vino a mi mente una parábola que cantábamos en la escuela dominical
Se encuentra en Mateo 7:24-27 (RVR1960): Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.
Jesús nos enseña que no basta con conocer su Palabra; debemos vivirla. La fe verdadera no es teoría, sino práctica, y tarde o temprano será puesta a prueba. Pero si tu vida está arraigada en Cristo, ninguna tormenta podrá derribarte.
Amigo/a, ¿sobre qué estás edificando tu vida? Si hoy reconoces que has estado confiando más en tus propias fuerzas, en lo que posees o en cómo te sientes, es momento de rendirte a Dios. Aférrate a su verdad, vívela con obediencia, sin importar las circunstancias. Jesús es la roca firme que te sostendrá siempre.
