😓 Cuando viene la tribulación

¿Te ha pasado alguna vez que, en tu tiempo a solas con Dios, lees un versículo que resuena en lo más profundo de tu corazón, lo meditas por horas o días, o escuchas una predicación que te llena de ánimo y libertad? Pero, de repente, algo sucede: una situación inesperada, una reacción dolorosa de alguien que amas o simplemente la sensación de que el mundo se te viene encima.
Amigo/a, sé lo que se siente. He recibido palabras de Dios que han transformado mi vida, llenándome de esperanza y fortaleza, pero casi sin darme cuenta, algo ocurre y me encuentro dudando. Es como si aquello que Dios habló a mi corazón estuviera siendo puesto a prueba.
Jesús nos advirtió sobre esto en la parábola del sembrador:
"Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan." —Marcos 4:16-17
Ahora entiendo que las adversidades no son un ataque personal, sino una oportunidad para afirmar lo que Dios está construyendo en nuestras vidas. Las tormentas no vienen para destruirnos, sino para probar y fortalecer la palabra que hemos recibido.
La verdadera batalla no es contra las circunstancias, sino en mantener nuestra fe firme en Dios. Cada desafío es una invitación a arraigarnos aún más en su verdad.
No permitas que las dificultades apaguen lo que Dios ha sembrado en ti. Aférrate a Él como nunca antes. La fe genuina florece en medio de la adversidad, y en cada prueba, Dios te está llevando a un nivel más profundo en su amor y propósito.
Dejame orar por ti: “Señor, te doy gracias por la vida de Amigo/a. Sé que tú lo amas y que estás en todo momento. Te pido que le des fortaleza para seguir adelante, aumenta su fe, ayúdale a recordar que no está solo. Que pueda sentir tu paz que sobrepasa todo entendimiento. Gracias porque tú siempre estás obrando en su vida. En el precioso nombre de Jesús. Amén.”

