Noé: un hombre excepcional, un superviviente designado
¡Noé, qué personaje! De todas las personas del mundo, él, en un momento dado, fue el único a quien Dios mismo consideró justo... ¡en todo el mundo! Siendo honestos, el listón en aquellos tiempos era increíblemente bajo y Noé no parecía tener mucha competencia en el campo de la justicia. Aun así, Dios lo eligió como su instrumento de salvación. Noé es un personaje clave en la biblia ya que a través de el, Dios permite que algunos animales y hombres sean salvados del gran diluvio que borro toda la tierra.
Noé construyo un arca por mandato de Dios, en el entraron animales de todas las especies, asÍ como la familia de Noé, el diluvio duro 40 dÍas y 40 noches. La historia de este personaje se encuentra en el Antiguo testamento, en el libro de Génesis.
Símbolo de salvación
En el rico tapiz de la historia humana, pocos como Noé fueron vistos como símbolos de salvación. Noé, este personaje bíblico, es la figura central de la historia que se conoció como el Gran Diluvio. La historia de Noé y el Arca se encuentra entre las narraciones más reconocidas y significativas de la Biblia, y ofrece profundas perspectivas sobre temas de fe, obediencia y triunfo sobre la adversidad.
Mal, mal, mal.
Esto es lo que pasa con Noé: según un traductor de la Biblia, «Dios vio que la maldad humana estaba fuera de control». La gente pensaba mal, imaginaba maldad: maldad, maldad, maldad de la mañana a la noche. La situación empeoró tanto que Dios incluso se arrepintió de haber creado a la raza humana; le rompió el corazón. Noé, sin embargo, destacó. Era un buen hombre, muy conocido en su comunidad y dotado de integridad.
Lluvia y refugio
El Señor Dios había decidido que todos los seres vivos de la tierra debían desaparecer debido a su maldad. Y su método de destrucción fue la lluvia. Una lluvia torrencial, aparentemente interminable, hasta que no quedara ni una sola zona seca de tierra ni siquiera una montaña. Todos debían perecer. Excepto… …excepto Noé y su familia. Y un montón de animales. Él debía ser el superviviente designado. Para lograrlo, Noé debía construir un arca. Si bien todos la imaginamos como un barco, el significado real es una caja o un cofre: algo para guardar objetos de valor. Por lo tanto, esta arca simboliza la seguridad del pueblo y las criaturas de Dios, resguardados del daño externo.
Una historia horrible
En muchos sentidos, esta es una historia horrible. Dios está tan enojado que va a destruir todo en la tierra inundándolo todo. Y Noé trabajó como loco para terminar el barco a tiempo. Mientras tanto, la gente a su alrededor debió preguntarse sobre este extraño proyecto que Noé estaba construyendo en su patio trasero. Hasta que llegaron las lluvias…
Nuevos comienzo
Pero la historia no termina aquí. De hecho, antes de cerrar la puerta del arca tras él, Dios le prometió a Noé: «Estableceré un nuevo pacto con vosotros». En otras palabras: este no es el fin de este mundo ni de la humanidad, sino un nuevo comienzo. Cómo se estableció esto se puede leer en la Biblia, desde Génesis 6. O bien, puedes ver el episodio a continuación de la Serie del Pacto sobre Noé.
Te invitamos a vivir esta historia de Noé. Una historia de obediencia, de profunda confianza y de nuevos comienzos. Una historia que, en muchos sentidos, apunta a otro hombre, apartado para salvar a los hijos de Dios: Jesucristo.
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