¿Cómo era Jesús?

Una búsqueda rápida en Google no es muy útil, ya que a menudo encontrarás a un tipo alto, blanco, con pelo largo y rubio y una barba bien cuidada. Esas múltiples supuestas imágenes de Jesús demuestran suficientemente a cualquier persona pensante que la imagen real de Jesús es desconocida.

Es interesante ver cómo varían las representaciones de Jesucristo de una cultura a otra. La imagen reconocible de un Jesús con barba completa y pelo largo surgió alrededor del año 300 d.C.. Pero esa representación no se estableció plenamente hasta más tarde, alrededor del siglo VI en el cristianismo oriental, y mucho más tarde en el occidental.

En la Biblia no hay mucha información sobre el posible aspecto de Jesús. Mientras que, por ejemplo, el rey David es descrito como un hombre bastante guapo y también Moisés, el hombre que sacó a los israelitas de la esclavitud en Egipto, y escribió los primeros cinco libros de la biblia, fue descrito como hermoso. Lo único que sabemos es por una profecía sobre Jesús que está en el libro de Isaías:

Ninguno de los escritos del Nuevo Testamento describe los rasgos faciales o corporales de Jesús. Esta falta de detalles no es sorprendente. Los habitantes de los primeros siglos del Mediterráneo antiguo se referían a cicatrices visibles para diferenciarse de los demás, en lugar de a rasgos físicos como el color de los ojos, la estatura o el pelo («Demetrios hijo de Apolinar, con una cicatriz en la mejilla izquierda», por ejemplo, en lugar de «Demetrios el de las cejas espesas» o «Demetrios el de los ojos castaños oscuros»).

Las personas se describían en términos de sus relaciones con otras personas y lugares, no como individuos. La relación de un hijo con su padre, por ejemplo, era mucho más importante que su aspecto. Lo mismo ocurría con el lugar de procedencia del hijo. «Jesús hijo de José» y “Jesús de Nazaret” son, por tanto, calificativos comunes para Jesús.

A pesar de la falta de descripciones físicas de Jesús, podemos hacer varias afirmaciones esenciales y fundamentales sobre su aspecto físico. Lo más importante es que Jesús tenía la piel morena. Jesús era un judío de la región de Galilea en el siglo I de nuestra era. Como judío de la Galilea del siglo I, tendría la piel morena, el pelo oscuro, los ojos oscuros y, probablemente, una barba corta.

No del todo, pero tenemos una idea de cómo era un hombre medio de Oriente Medio en la época de hace 2.000 años. Recientemente se ha llevado a cabo una investigación para encontrar una respuesta a la pregunta de qué aspecto podría haber tenido Jesús. La profesora Joan Taylor, catedrática de Orígenes de Cristo y Judaísmo del Segundo Templo (King's College de Londres) escribió un libro precisamente sobre este tema: 'What Did Jesus Look Like' (2018).

En la investigación de la profesora Taylor concluye que el hombre promedio en la época de Jesús medía alrededor de 1,70 metros (o 5'6″). Las personas en Israel y Egipto tendían a tener ojos marrones, cabello negro y piel marrón oliva. Esto lo concluyó a partir de restos arqueológicos, textos históricos y representaciones de personas de aquella época.

Sabemos que en Judea, Israel, los hombres solían llevar el pelo y la barba razonablemente cortos y bien peinados, probablemente para reducir el riesgo de contraer piojos, que era un problema en aquella época. Así que, concluyó Taylor, es probable que Jesús hiciera lo mismo.

También se describe a Jesús como carpintero (lo que se puede leer en Mateo 13:55) y, basándose en eso, se puede imaginar que también tendría la musculatura de un obrero. Habría tenido una dieta saludable de estilo mediterráneo, caminaba por todas partes y probablemente era bastante activo en general.

Para el documental de la BBC «Hijo de Dios», el antropólogo forense Richard Neave creó en 2001 un modelo de hombre galileo medio.

Lo hizo basándose en un cráneo real encontrado en la región. No afirmó que fuera el rostro de Jesús. Simplemente pretendía incitar a la gente a considerar a Jesús como un hombre de su tiempo y lugar, ya que nunca se nos dice que tuviera un aspecto distintivo. Esto nos ayuda a despojarnos de las ideas que hemos recogido inadvertidamente basándonos en el arte, las películas e incluso las caricaturas de la cultura pop, e imaginarnos a Jesús basándonos en el contexto histórico y geográfico.

Esperemos que esta página te ayude a deshacerte de ideas asumidas involuntariamente en tu cabeza. Todos las tenemos cuando se trata de cómo era Jesús, pero no siempre somos conscientes de dónde proceden esas ideas.

Esperamos que disfrutes de la gran variedad de ideas que tiene la gente cuando intenta captar la semejanza de Jesús. Hay belleza en el hecho de que la gente a menudo lo representa de una manera en la que se ven a sí mismos o en la cultura que entienden.

De esta manera, puedes conectar con el hombre Jesús, y eso es genial. ¿Sabes por qué? Es difícil entender quién es Dios. La Biblia nos dice que por eso Dios envió a su Hijo al mundo. Jesús era uno de nosotros. Cuando uno de los amigos de Jesús le pregunta si puede mostrar a Dios, Jesús responde: El que me ha visto a mí, ha visto al Padre» (Juan 14:9). Si has visto a Jesús, ¡has visto a Dios!

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