• ES
    • AR Arabic
    • CS Czech
    • DE German
    • EN English
    • ES Spanish
    • FA Farsi
    • FR French
    • HI Hindi
    • HI English (India)
    • HU Hungarian
    • HY Armenian
    • ID Bahasa
    • IT Italian
    • JA Japanese
    • KO Korean
    • MG Malagasy
    • MM Burmese
    • NL Dutch
    • NL Flemish
    • NO Norwegian
    • PT Portuguese
    • RO Romanian
    • RU Russian
    • SV Swedish
    • TA Tamil
    • TH Thai
    • TL Tagalog
    • TL Taglish
    • TR Turkish
    • UK Ukrainian
    • UR Urdu
Fecha de publicación 4 de oct. de 2025

🤔 ¿Y si ya tienes lo que necesitas?

Fecha de publicación 4 de oct. de 2025

Dios no deja la casa vacía. Cada día, Él pone pan fresco sobre la mesa: alimento para el cuerpo, el alma y el espíritu. Pero... ¿estás sentándote para recibirlo?

Cuando Jesús dijo: “Danos hoy nuestro pan cotidiano”, en Mateo 6:11, no hablaba solo de comida. Hablaba de confianza. De saber que el Padre no se olvida de lo que necesitas.

Él es el dueño de la casa, y en su casa, siempre hay pan fresco. Pero, ¿qué pasa cuando sientes que no alcanza? ¿Cuando miras tu mesa o tu vida y hay más vacío que plenitud? Ahí es donde esta oración se vuelve poderosa. No es una súplica desesperada, es un acto de fe.  Es decirle: “Padre, confío en que hoy también vas a proveer”.

Jesús mismo dijo: “Yo soy el pan de vida”. (Juan 6:3)  Él no solo da sustento: Él es el sustento. No solo alimenta tu cuerpo, sino también tu corazón. Trae paz cuando hay ansiedad. Trae esperanza cuando no ves salida. Trae palabra viva cuando te sientes seco por dentro.

Y así, cada día, si abres tu corazón, Él te sirve lo que más necesitas. A veces es fuerza. Otras, consuelo. A veces una respuesta. Otras, simplemente Su presencia.

Amigo/a, quizás hoy necesitas recordar que tu Padre conoce lo que necesitas… antes de que se lo pidas. Y que su provisión no siempre llega como esperas, pero nunca llega tarde.

🧡 Mi oración por ti hoy: Padre, gracias por ser el Dios que provee a  Amigo/a. Hoy nos acercamos a tu mesa con fe. Alimenta su cuerpo, alma y espíritu. Gracias porque Tú eres más que suficiente. Amén.

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Lorena Fitzgerald
Author

Formo parte del Ministerio de la Mujer de mi iglesia y hago coaching con mujeres. Disfruto compartir y ayudar a otros en su viaje espiritual.