Fecha de publicación 4 de dic. de 2024

😃 Y si hacemos sonreír a Dios…

Fecha de publicación 4 de dic. de 2024

Hace unos años, durante un estudio bíblico en nuestra casa, decidimos que, para la Navidad de ese año, nuestro “festejo” navideño consistiría en salir a entregar canastas con diferentes productos a las personas de la calle.

Todavía recuerdo cuánta alegría nos dio hacer esto. Hasta ahora me río al recordar los momentos divertidos que vivimos ese día. Por ejemplo, en uno de los lugares donde íbamos a entregar las canastas, de repente nos encontramos con unas 20 personas alrededor de nuestro auto, ansiosas por conseguir una de las canastas.

Pero sabes, así como nosotros nos reíamos en ese momento y disfrutamos el poder mostrar amor a los desprotegidos, estoy seguro de que nuestro Padre celestial tenía una sonrisa en su rostro y se alegraba con nosotros. ¿Cómo puedo estar seguro de esto? Mira lo que dice este pasaje de la Palabra de Dios: “Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.” (2 Corintios 9:7)

¡Dios ama al que da con alegría! Recuerdas el pensamiento de la semana, “hay más bendición en dar que en recibir”, si hasta ahora no estabas convencido/a de esta verdad, basta con ver esta hermosa verdad. Que bendición más grande podemos pedir que esta, saber que estoy poniendo una sonrisa en el rostro de mi Padre celestial.

Es como cuando mi hija de 4 años hace algo para imitarme o intenta sonar como yo, o imitar los gestos y acciones que yo hago, inevitablemente esto me pone muy feliz, no significa que la amo más o menos si lo hace o no, pero definitivamente me hace feliz verla intentar ser como yo.

Como te contaba ayer, la muestra de amor de Dios es que da abundantemente, y su hijo Jesús lo imitó en esto mismo. Por eso cuando nosotros como somos sus hijos lo imitamos en esto, Él se llena de alegría en su amor por nosotros. Y una de las mayores bendiciones al dar es saber que hacemos sonreír a nuestro Padre celestial.

Amigo/a, ¿no te parece una bendición hermosa saber qué hacemos feliz a nuestro Padre celestial cuando lo imitamos en su generosidad? Que dices ¿te animas a intentar en estos días imitar a Dios?

Qué tal si le preguntas si hay alguien a tu alrededor a quien puedas bendecir con amor y generosidad.

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Eleazar Diaz
Author

Pastor principal de una iglesia y director de un programa de discipulado y misiones en Guadalajara, México. Mi pasión es que cada persona pueda tener una relación intima y apasionada con Dios.