Amigo/a, “Whac A Mole” 🐶
¿Has jugado alguna vez a “Whac A Mole”? Es un juego para niños, en el que hay que golpear con un martillo especial a unos simpáticos topos según van asomando su cabecita, para que vuelvan a meterse dentro. ¡Es bastante divertido!
A veces tenemos una imagen de Dios que se parece un poco a este juego, pero que es mucho menos graciosa. Pensamos en Dios como alguien que está con un palo, esperando a que cometamos un fallo para castigarnos. Vemos las cosas que nos ocurren en la vida como “castigos” de Dios por los pecados que hemos cometido, y entramos en una dinámica de acusación y condenación.
Sin embargo, Amigo/a, ¡esto no tiene nada que ver con la realidad! Mira lo que dice la Biblia: “¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros” (Romanos 8:33-34). Sí:
- Dios no te acusa. ¡Él te justifica!
- Dios no te condena. ¡Jesús ha sufrido tu condenación para que seas libre!
- Y no solo eso, sino que además, ¡Él está intercediendo por ti!
- Ni el diablo,
- Ni las personas,
- Ni siquiera tus propios pensamientos