• ES
    • AR Arabic
    • CS Czech
    • DE German
    • EN English
    • ES Spanish
    • FA Farsi
    • FR French
    • HI Hindi
    • HI English (India)
    • HU Hungarian
    • HY Armenian
    • ID Bahasa
    • IT Italian
    • MG Malagasy
    • NL Dutch
    • NL Flemish
    • NO Norwegian
    • PT Portuguese
    • RO Romanian
    • RU Russian
    • SV Swedish
    • TA Tamil
    • TH Thai
    • TL Tagalog
    • TL Taglish
    • TR Turkish
    • UK Ukrainian
    • UR Urdu
Fecha de publicación 7 de jul. de 2025

⛲Vuelve a la fuente

Fecha de publicación 7 de jul. de 2025

Gloria a Dios, iniciamos esta serie con alegría y fe, sabiendo que estos siete días traerán renuevo espiritual de parte del Señor. 

Dime, Amigo/a, ¿te ha pasado en los días de intenso calor, tener tanta sed que luego de tomar un vaso de agua, sientes como si todo el cuerpo se refresca, activa y renueva? Esa misma sensación siente el alma cuando vuelve a su fuente: Dios. 

Su Palabra en Jeremías 2:13, dice: “Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.” 

Suena fuerte, ¿verdad? Esta imagen describe perfectamente lo que pasa cuando intentamos saciar nuestra alma fuera de Dios. Llenamos nuestras agendas, buscamos la afirmación de los demás, nos refugiamos en distracciones, y todo eso, aunque parezca útil por un momento, en realidad no sacia. Son “cisternas rotas”. 

Sí, es esencial que volvamos a la única fuente, que es Jesús, quien no solo calma nuestra sed, sino que hace brotar vida desde adentro, renueva todo nuestro ser. Él es esa fuente inagotable que tu alma tanto anhela.  

Amigo/a, hoy te aliento a volver al manantial de vida: Jesús. Su presencia es suficiente para llenarte, restaurarte y darte vida otra vez.

Durante esta semana vamos a descubrir cómo volver a esta fuente inagotable y cómo mantener esa conexión divina. Porque cuando vivimos en Él, no solo somos saciados, somos transformados.

Vamos a orar: “Señor, Jesús, reconozco que muchas veces he intentado llenarme con lo que no sacia. Hoy vuelvo a Ti, mi fuente de agua viva. Renueva mi interior y enséñame a permanecer en tu presencia. En tu nombre Jesús. Amén.”

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Lorena Fitzgerald
Author

Formo parte del Ministerio de la Mujer de mi iglesia y hago coaching con mujeres. Disfruto compartir y ayudar a otros en su viaje espiritual.