🕊️ Viviendo en libertad
Llegamos hoy al último día de esta serie, en la que hemos analizado las diferentes cargas que pueden estar frenando nuestro crecimiento espiritual y a lo largo de estos siete días hemos visto claves para ser libres.
Hoy me gustaría animarte a pensar: ¿Cómo crees que sería tu vida si no tuvieras ningún peso mental?
Seguramente muchas cosas cambiarían, como por ejemplo:
Lo más probable es que no tendrías discusiones y malentendidos con amigos o familiares. Lo que ellos digan o hagan ya no te afectarían.
Sin amargura y preocupaciones te sentirías más ligero/a y alegre, disfrutando más plenamente de las pequeñas y grandes bendiciones, sintiendo una mayor satisfacción en tu vida cotidiana.
Serías agradecido/a y pasarías por alto las ofensas, ellas ya no te afectarían.
Vivirías con mayor optimismo, porque en lugar de enfocarte en lo que falta o lo que está mal, te concentraras en los aspectos positivos de cada situación.
No sé si has experimentado esos frenos espirituales en algún momento de tu vida. En mi caso puedo decirte que lo mejor que hice fue adoptar la naturaleza de Cristo y reconocer que estas cargas ya no tienen poder sobre mí. Ahora que estoy en Cristo soy una nueva criatura. Estas cargas simplemente no tienen poder sobre nosotros.
¡Es tan maravilloso vivir con una mente y un espíritu renovados!
De hecho, este era uno de los objetivos principales del apóstol Pablo, como expresó en el pasaje que dice: “y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Efesios 4:23-24, RVR1960).
Amigo/a, ¡vístete de tu nueva naturaleza y vive este día en la libertad de Jesús! Una vida totalmente renovada te está esperando.
