Amigo/a, ven ante el trono
La gracia de Dios es la que te permite seguir adelante cuando todo a tu alrededor se tambalea.
El apóstol Pablo tenía todo tipo de persecuciones y oposición allí donde iba a predicar el Evangelio. Cansado ya de esa situación, oró por tres veces a Dios para ser libre de los ataques del enemigo, pero la respuesta que le dio el Señor contiene una enseñanza enorme para nosotros: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Corintios 12:9).
Cuando la debilidad nos rodea, nuestro instinto nos lleva a querer salir cuanto antes de esa situación. ¡A nadie le gusta tener problemas! Sin embargo, sería imposible para nosotros ganar batallas y crecer si no tuviésemos que luchar. Es por eso que Él te anima, no tanto a tratar de escapar de tus situaciones, sino a afrontarlas con Su gracia.
En medio de tu debilidad, tienes una invitación para venir ante Su Presencia y dejar que Su gracia te fortalezca. Como dice este otro pasaje de la Biblia: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16).
Hoy puedes acercarte con confianza al trono de la gracia, y llenarte del poder y de las fuerzas que necesitas para afrontar tus gigantes. Ora a Dios para que te provea una salida a la situación difícil que estás viviendo, pero sobre todo, pídele la gracia y la sabiduría para saber qué pasos tienes que dar, y cómo tienes que darlos.
Amigo/a, ¡corre hoy al trono de la gracia! Que Su poder se perfeccione en tu debilidad, y que Su victoria sea manifestada en tu vida, para gloria de Su Nombre.
