Amigo/a, ¡ven a la fuente de gracia!
Me gustaría preguntarte: ¿qué es lo que entiendes cuando oyes hablar de la gracia de Dios? ¿Qué es lo que viene a tu corazón en relación a este tema?
Todos seguramente entendemos más o menos el concepto de “gracia”, pero creo que muchas veces nos quedamos solo en la superficie, y no profundizamos en las riquezas de la gracia que Dios ha preparado para nosotros.
Cuando consultamos el Diccionario de la RAE (Real Academia Española), estas son algunas de las definiciones que encontramos para el término “gracia”:
- Don o favor que se hace sin merecimiento particular
- Perdón o indulto.
- Afabilidad y buen modo en el trato con las personas.
- Habilidad y soltura en la ejecución de algo.
- Benevolencia y amistad de alguien.
- Capacidad de alguien o de algo para hacer reír.
Piensa ahora en estos atributos, y compáralos con la obra que Jesús ha llevado a cabo en tu vida:
- Él te ha dado una nueva vida, como un regalo totalmente inmerecido
- Te ha perdonado de tus pecados
- Él es amable y cercano en su trato contigo
- Ha hecho y va a seguir haciendo prodigios en tu vida
- Su benevolencia y amistad para contigo no tienen límite
- ¡Y sí! Él llena tu vida de alegría =)
¡Jesús es la definición misma de gracia! La Biblia, de hecho, dice en relación a Jesús que “de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia” (Juan 1:16)
Amigo/a, Jesús es tu plenitud, la fuente de gracia de tu vida. Él quiere llenarte hoy de Su Presencia, y darte gracia sobre gracia para que puedas tener una vida plena, llena de Su bendición, y cambiar el mundo a tu paso.
A lo largo de esta semana, vamos a estudiar en mayor profundidad este precioso tema de la gracia de Dios, y compartiré contigo claves que te ayudarán a caminar a diario en esta gracia que Él ha preparado para ti. ¿Estás listo/a?