Amigo/a, una pesadilla muy pesada 👻
Una vez me ocurrió algo realmente impresionante.
Eran las 3:00 de la madrugada, y me acababa de despertar. Había tenido lo que podríamos denominar “pesadillas muy pesadas”, es decir, unas pesadillas particularmente malas. El recuerdo de esas tinieblas seguía muy presente en mi mente, a tal punto que prefería no moverme de la cama ni abrir los ojos. Sentía una gran presión en mí, y en el fondo estaba asustado; en aquellos tiempos acababa de conocer a Jesús, y no tenía la sabiduría ni la madurez que tengo ahora para rechazar las obras de las tinieblas.
En medio de esa situación, un pasaje de la Biblia vino a mi mente. Y digo bien cuando digo que “vino” a mi mente, porque no recordaba haberlo escuchado nunca antes. “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”. Repetí una y otra vez esas palabras en mi mente, hasta que empezaron a calar en mí. Me di cuenta de lo que significaba:
- Tú, Dios
- Guardarás: me protegerás bajo la sombra de Tus alas
- En completa paz: no una paz a medias, sino completa, perfecta
- A aquel: a aquellas personas
- Cuyo pensamiento en Ti persevera: que tienen sus pensamientos puestos en Ti, Dios, de manera perseverante.
- Porque en Ti ha confiado: porque cuando ponen sus pensamientos en Dios, recuperan su confianza en Él.
Sabía lo que tenía que hacer: tenía que quitar de mi mente las pesadillas, y empezar a pensar en Dios. Puse mi atención en Él y en las cosas preciosas que había hecho en mi vida, y poco a poco esas tinieblas, esa pesadez, fueron desapareciendo. De nuevo sentía paz, y me encontraba listo para seguir durmiendo, lo cual hice plácidamente durante el resto de la noche.
A la mañana siguiente, busqué ese pasaje en la CompuBiblia (un antiguo programa de la Biblia que tenía en aquellos tiempos instalado en mi ordenador), y lo encontré: ¡Era Isaías 26:3! ¡Era un pasaje real de la Biblia, Dios me había leído un versículo de la Biblia la noche pasada!
Amigo/a, ¡haz que tus pensamientos perseveren en Dios! Cuando miramos a las tinieblas que nos rodean en la vida, es fácil tener miedo y angustia. ¡Pon tus ojos en Cristo! Él es Tu paz, y cuanto más llena esté tu mente y tus pensamientos de Él, más sentirás Su paz perfecta rodeándote en cada paso.