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¿Alguna vez has escuchado el pasaje sobre el hijo pródigo?

En la parábola del hijo pródigo, Jesús nos ofrece un retrato conmovedor del amor incondicional de nuestro Padre celestial. A pesar de la rebeldía y los errores del hijo menor, el padre lo recibe con los brazos abiertos y celebra su regreso con una gran fiesta. Este pasaje nos habla del amor sin límites que Dios tiene por nosotros.

“Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.” Lucas 15: 21-22 (RVR1960).

Esta historia ilustra que, sin importar los errores que hayamos cometido, Dios está dispuesto a perdonarnos y recibirnos. Él te acepta tal y como eres, anhelando transformarte y vestirte con nuevas vestiduras creadas especialmente para ti. 

Amigo/a, cuando te acercas a Dios con humildad y un corazón rendido, encontrarás perdón y restauración en lugar de reproches. Tu Padre amoroso y bondadoso te ofrece un perdón sin reservas. No importa cuán lejos te hayas desviado, Él siempre está dispuesto a darte una nueva oportunidad.

Acércate hoy a Dios con confianza en Su bondad. Si sientes que hay áreas en tu vida donde necesitas Su perdón y restauración, llévalas ante Él en oración.

Oremos: “Padre celestial, gracias por tu amor incondicional y tu bondad sin límites. Ayúdame a comprender y experimentar más profundamente tu amor cada día. Perdóname por las veces que he dudado de tu bondad y por las veces que me he alejado de ti. Llena mi corazón de esperanza y permíteme vivir en la libertad que tu amor proporciona. En tu nombre. Amén.”

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Lorena Fitzgerald
Author

Formo parte del Ministerio de la Mujer de mi iglesia y hago coaching con mujeres. Disfruto compartir y ayudar a otros en su viaje espiritual.