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Fecha de publicación 11 de abr. de 2025

🍱 ¡Una gran mesa!

Fecha de publicación 11 de abr. de 2025

Uno de mis cantantes favoritos es colombiano, se llama Santiago Benavides. Hoy recordaba una de sus canciones: "Sancocho", que cuenta la historia de un chico que, aunque no tenía mucho, siempre llevaba a sus amigos a casa para compartir la mesa. Una frase que se repite en la canción dice: "En la mesa que bendice Dios, si hay lugar para uno, hay lugar para dos", y sigue subiendo hasta decir que hay lugar para cien.

Amigo/a, ¿para cuántos hay lugar en tu mesa? ¿Qué harías si te tocara vivir algo como lo que los discípulos experimentaron en la alimentación de los cinco mil?

Esta historia en Lucas 9:10-17 me fascina por lo que Jesús hace con sus discípulos. Imagínate estar en su lugar: miles de personas tienen hambre y los discípulos le piden a Jesús que los despida para que busquen comida. ¿Y cuál es su respuesta? “Denles ustedes de comer”.

¿Alguna vez Dios te ha pedido hacer algo para lo cual te sientes completamente inadecuado? A mí sí, y esta historia siempre me llena de aliento. Los discípulos debieron sentirse abrumados, ¿de dónde iban a sacar comida para tanta gente?

Pero alguien tuvo fe y ofreció lo poco que tenía: cinco panes y dos pescados. ¿Te imaginas la fe que requiere dar eso sabiendo la magnitud de la necesidad? Sin embargo, Jesús no menosprecia su ofrecimiento. De la misma manera, él nunca subestima lo que tú tienes para dar cuando lo pones en sus manos.

Esto me recuerda a Moisés en Éxodo 4:2, cuando le dice a Dios que solo tiene una vara de pastor. Y a través de esa vara, Dios hace milagro tras milagro.

En Lucas 9:16 vemos que “Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, los bendijo. Luego los partió y se los dio a los discípulos para que los repartieran a la gente”. Todos comieron hasta saciarse y sobraron doce canastas llenas.

Me encanta esta historia porque Jesús da una tarea imposible, los discípulos responden con fe a pesar de su insuficiencia, y Jesús toma lo poco, lo bendice y lo multiplica. Con Jesús lo que parece imposible, se vuelve posible en sus manos.

Esta es la mesa a la que somos invitados: una mesa donde lo poco se convierte en abundancia. Y tú, ¿qué traes a la mesa?

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Eleazar Diaz
Author

Pastor principal de una iglesia y director de un programa de discipulado y misiones en Guadalajara, México. Mi pasión es que cada persona pueda tener una relación intima y apasionada con Dios.