Amigo/a, 🌥 Una Eternidad contigo…
¿Recuerdas los primeros días después de haber tenido tu encuentro con Jesús?
Yo los recuerdo con mucho cariño. Era el verano del 2001, y tras haberle abierto mi corazón a Dios, mi vida empezó a cambiar de manera radical.
Por primera vez, experimenté que Dios era real; y no solo era real, sino que me conocía y me amaba, y quería tener una relación real, profunda, personal conmigo.
De hecho, recuerdo que muchos días me sentaba a contemplar el cielo por la ventana, mientras pensaba en la vida eterna, y en cómo sería estar con Jesús en el Cielo. ¡El hecho mismo de pensarlo me llenaba de tanto gozo!
También solía pensar en lo diferente que Jesús era de cualquier religión. Ninguna religión en el mundo habla de un Dios que ame Su creación, y menos aún que esté dispuesto a sacrificarse por ella.
Sí, el mensaje de Jesús era sin duda el más precioso de todos, ¡pero lo mejor es que era la verdad! Solo Jesús puede cambiar las vidas, y en Su Nombre hay libertad y transformación.
De hecho, Él pagó el mayor precio posible para que “no te pierdas, sino que tengas vida eterna” (adaptado de Juan 3:16). ¿No es impresionante? =)
Amigo/a, ¡Dios te ama tanto que no quiere pasar la Eternidad sin ti! Y es por eso que Jesús estuvo dispuesto a pagar el precio más alto, por amor a ti. ¡Así de valioso eres para Él!
Hoy quiero invitarte a que dediques unos instantes a pensar en el Cielo, en ese lugar tan increíble que Él ha preparado para ti… y sobre todo, quiero invitarte a que pienses en Él, en Jesús. Deja que tu corazón se llene de gratitud al pensar en todo lo que Él ha hecho por ti, y en todo lo que te ha preparado…
Eres un regalo de Dios para los que te rodean