Fecha de publicación 1 de sep. de 2024

⚔️ Una espada de doble filo

Fecha de publicación 1 de sep. de 2024

Hemos llegado al final de esta serie, en la que hemos aprendido sobre los diversos elementos de la armadura de Dios y cómo cada uno de ellos nos ayuda en nuestras batallas diarias.

Hasta ahora hemos explorado cómo cada uno de estos elementos nos ayuda a mantenernos firmes en medio de las dificultades y nos defiende de los ataques del enemigo. Hoy vamos a hablar sobre la única parte de esta armadura que no solo nos defiende, sino que también podemos usar para atacar.

El último elemento de la armadura de Dios que Pablo nos presenta en Efesios es la espada: “la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” (Efesios 6:17).

Me encanta este concepto porque en otro pasaje de la Biblia, la Palabra de Dios se describe como una espada de doble filo (Hebreos 4:12). En Efesios, Pablo nos muestra cómo podemos defender y atacar al mismo tiempo con estos dos filos: la Palabra de Dios y el Espíritu.

Un excelente ejemplo es Jesús mismo durante su tiempo en el desierto. La Biblia nos cuenta que él fue al desierto “guiado por el Espíritu” y allí fue tentado por el diablo. ¿Cómo respondió Jesús a estos ataques? Utilizando la guía del Espíritu y la Palabra de Dios. Cada vez que el diablo intentaba tentarlo, Jesús respondía: “Escrito está…” y así resistía cada embate, hasta que “habiendo agotado todo recurso de tentación, el diablo lo dejó”. 

Me encanta esta imagen, y he llegado a darme cuenta de que una de las mejores formas de luchar contra mis malos pensamientos y tentaciones es memorizar versículos bíblicos. En esos momentos, permitir que la Palabra de Dios reenfoque mi mente y corazón ha sido transformador.

Amigo/a, ¿cuál es tu forma de resistir los ataques? ¿Recuerdas el versículo con el que empezamos esta serie? pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. (Efesios 6:13). 

¿Estás haciendo uso de todos estos elementos en tu día a día y en tus batallas, o estás luchando sin tener las herramientas adecuadas?

Tener puesta o no la armadura de Dios determina si la batalla terminará en derrota y frustración, o en victoria y gozo. Y tú ¿estás equipado para la victoria?

Eleazar Diaz
Author

Pastor principal de una iglesia y director de un programa de discipulado y misiones en Guadalajara, México. Mi pasión es que cada persona pueda tener una relación intima y apasionada con Dios.