Amigo/a, ⁉️ Una Contradicción Divina
Espero que te esté gustando el hecho de que esta semana estemos analizando pasajes de la Biblia sin una línea concreta, solo por el placer de disfrutar de pasajes sueltos de la Palabra de Dios =)
Hoy me gustaría considerar contigo el famoso pasaje que dice: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gálatas 2:20)
Esta afirmación me recuerda a aquella famosa declaración de Jesús, de que “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará” (Mateo 16:25).
Las dos parecen contradictorias, pero ambas tienen una sabiduría de Dios que muchas veces no llegamos a comprender. Es la sabiduría de entregarse totalmente a Él, a Aquel que lo ha entregado todo por nosotros.
Y cuando eso ocurre de verdad, no hay marcha atrás. Hemos probado las fuentes del agua de vida, y no podemos conformarnos con lo de antes.
Nos encontramos en la posición del apóstol Pedro, en la que, cuando Jesús les hizo ver que eran libres para marcharse si querían, solo fue capaz de decirle: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6:68).
Es ese corazón que dice: “Señor, no sé cómo hacíamos para vivir antes, pero ahora solo sé que no puedo vivir sin ti. No tengo a dónde ir, porque solo Tú eres mi refugio, y el que da sentido a mi vida entera”.
Recuerdo, de hecho, un antiguo poema que impactó mi vida cuando era adolescente, poco después de haber tenido mi encuentro con Jesús. Fue compuesto por Calderón de la Barca, un gran escritor español del siglo XVII que también tuvo un encuentro profundo con Jesús, y que usó todo su talento para expresar con palabras esta “contradicción divina” de la que hablaba antes, que estaba sintiendo en su corazón. Dice así:
“¿Qué quiero mi Jesús?.......Quiero quererte, quiero cuanto hay en mí del todo darte, sin tener más placer que el agradarte, sin tener más temor que el ofenderte. Quiero olvidarlo todo y conocerte, quiero dejarlo todo por buscarte, quiero perderlo todo por hallarte, quiero ignorarlo todo por saberte. Quiero, amable Jesús, abismarme en ese dulce hueco de tu herida, y en sus divinas llamas abrasarme. Quiero por fin, en Ti transfigurarme, morir a mí, para vivir Tu vida, perderme en Ti, Jesús, y no encontrarme”
Calderón de la Barca
Amigo/a, Él es todo, y sin Él no tenemos nada. Te invito a que inviertas unos minutos hoy en Su Presencia, expresándole toda tu gratitud y cómo Él es todo para ti.