🏡 Un lugar seguro

Recuerdo cuando mis hijos eran pequeños y les encantaba construir fuertes con mantas y cojines. Aquel "refugio" improvisado les hacía sentir seguros, aunque fuera solo en un rincón del salón. ¡Qué sensación tan reconfortante debieron experimentar! Dentro de su fuerte, el mundo exterior no podía tocarlos.
En la vida adulta, sin embargo, a menudo nos sentimos expuestos: preocupaciones, responsabilidades, imprevistos… Todo puede parecer una carga difícil de llevar. Pero Dios, como el mejor de los padres, ha preparado para nosotros un refugio mucho más fuerte, real y constante: su cuidado perfecto.
Él te invita a entrar bajo su sombra, a descansar en sus brazos y a confiar en que, pase lo que pase afuera, estás protegido adentro, porque ahora tu vida está escondida con Cristo en Dios (Adaptado de Colosenses 3:3, RVR1960).
¡Qué promesa tan maravillosa! No tenemos que temer lo que pueda venir mañana, porque Él cuida de nosotros.
Amigo/a, hoy quiero recordarte: no necesitas construir tu propio refugio, ¡ya tienes uno! El corazón de Dios es tu fortaleza y tu hogar seguro. Mira esta hermosa promesa, que también es para ti: "Jehová es mi pastor; nada me faltará." (Salmos 23:1)
¿Te gustaría vivir cada día más consciente de su cuidado? Esta semana quiero invitarte a detenerte unos minutos cada día y recordar: "Estoy escondido(a) en el corazón de Dios. Nada me falta." ¡Te aseguro que cambiará tu manera de vivir cada jornada!
Mañana seguiremos descubriendo juntos nuevas promesas de su cuidado. ¿Estás listo para seguir caminando bajo su sombra?
"Señor, gracias porque no estoy solo/a. En medio de la vida real, puedo correr hacia Ti y encontrar cuidado, amor y dirección. Te pido que esta realidad, tu cuidado en cada detalle, esté cada vez más presente en nuestras vidas. ¡Gracias por ser mi hogar seguro! En el nombre de Jesús, amén."
Este día, puedes descansar en Dios.

