Amigo/a, tus dones son un regalo
La gracia y la generosidad son dos conceptos que van de la mano. De hecho, nuestra generosidad hacia los demás es una de las cosas que agradan especialmente a Dios, porque nos lleva a reflejar Su carácter en este mundo.
El Señor Jesús dice: “de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10:8). ¡Hay tanta belleza en compartir lo que hemos recibido de Dios con otras personas! Ya sean bienes materiales, palabras de ánimo, consejos prácticos o enseñanzas que nos hayan tocado: Dios nos ha bendecido, y Él quiere que bendigamos a los demás de vuelta.
Esto es especialmente cierto en relación a los dones espirituales que el Señor nos ha dado. La Biblia dice: “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 Pedro 4:10).
Es preciosa la forma en la que Dios ha concebido nuestra relación como parte de Su familia: todos dependemos los unos de los otros, y tenemos diferentes dones para así poder edificarnos entre todos. Esa es la “multiforme” gracia de Dios, esa gracia que se manifiesta de diferentes formas.
Amigo/a, ¡tus dones son un regalo, tanto para ti como para los demás! Cada uno de ellos son un canal de la gracia de Dios. ¡No los dejes aparcados en un rincón! Eres llamado/a a administrarlos con sabiduría.
Te animo en este día a que hagas una lista de todos los dones que puedas identificar en tu vida, y a que escribas al lado de cada uno si lo estás usando o no. Pídele al Señor que te muestre cómo usarlos mejor, y, cuando recibas esas nuevas ideas, ¡ponte en marcha!
Hay muchas personas que están esperando ser bendecidas a través de ti,
