Fecha de publicación 17 de nov. de 2024

🤩 Tu vida prosperará

Fecha de publicación 17 de nov. de 2024

Amigo/a, ¿quieres tener una vida espiritual floreciente y próspera? En lo espiritual, al igual que en la naturaleza, nuestras raíces son fundamentales. Así como un árbol necesita agua para crecer fuerte y dar fruto, nuestra vida requiere el sustento constante de la Palabra de Dios para florecer.

Cuando dedicamos tiempo a leer y meditar en su Palabra, somos como un árbol plantado junto a corrientes de agua: firme, saludable y lleno de vida. La Biblia dice: “Dios bendice a quienes aman su Palabra y con alegría la estudian día y noche. Son como árboles sembrados junto a los arroyos: llegado el momento, dan mucho fruto y no se marchitan sus hojas. ¡Todo lo que hacen les sale bien!” (Salmos 1:2-3, LTA).

Al arraigarse profundamente en Dios, a través de la oración y el estudio de su Palabra, te fortaleces para enfrentar los desafíos de la vida y seguir creciendo, sin importar las circunstancias.

La Palabra de Dios es como el agua de un río que nos nutre y sostiene. Al igual que un árbol junto a un río recibe un suministro constante de agua, nosotros necesitamos ese flujo continuo de la verdad de Dios. He aprendido que meditar en las Escrituras no es solo leer un versículo de vez en cuando, sino sumergirse en su verdad, permitiendo que transforme nuestro corazón y mente.

Dios promete que cuando nos arraigamos en su Palabra, todo lo que hagamos prosperará. Esto no significa que siempre será fácil o que tendremos éxito según los estándares humanos, pero sí que nuestros esfuerzos serán fructíferos dentro de su plan perfecto.

Amigo/a, hoy es un buen día para dedicar unos minutos a meditar en la Palabra de Dios. Al hacerlo, estarás arraigando tu vida en la fuente de vida y asegurándote de que, en su debido tiempo, darás fruto y tu vida prosperará para su gloria.

¡Haz de ella tu alimento diario!

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Lorena Fitzgerald
Author

Formo parte del Ministerio de la Mujer de mi iglesia y hago coaching con mujeres. Disfruto compartir y ayudar a otros en su viaje espiritual.