Fecha de publicación 1 de feb. de 2023

Amigo/a, 🎉 Tu obediencia es tu victoria

Fecha de publicación 1 de feb. de 2023
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Intro · Bienvenida · Milagro · Reflexión · Oración · Alabanza

Alguna vez has hecho algo que sentías que Dios te llamaba a hacer, y te has sentido inadecuado mientras lo hacías, fuera de tu zona de confort...?

Dios dio una orden a Gedeón, diciéndole que tenía que derribar el altar de Baal y la imagen de Asera que había en la casa de su padre, y hacer un sacrificio a Dios con la madera de ese ídolo.

La Biblia dice que "entonces Gedeón tomó diez hombres de sus siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de noche" (Jueces 6:27)

Seguramente Gedeón hubiese podido hacer esto él solo. Sin embargo, no estaba muy seguro de cómo hacerlo, y por eso pidió a 10 siervos de su padre que le acompañasen en esa misión. Y además, como tenía miedo de ser visto, decidió al final hacerlo por noche.

Si tuviésemos que evaluar esta misión, seguramente podríamos decir que no fue la más "glamurosa" de Gedeón. Era la primera, y como consecuencia de ello Gedeón no se sentía muy preparado. Tenía miedo, y no tenía demasiada claridad de los pasos a dar, ni demasiada seguridad como para llevarla a cabo en el momento, ni suficiente confianza como para hacerla él solo.

De hecho, muy seguramente que Gedeón, como cualquier principiante, cometió errores durante la misión, de los cuales luego se arrepentiría al repasar mentalmente lo que acababa de hacer.

¡Todo esto es lo contrario de lo que haría un héroe típico de las películas de Hollywood! Sin embargo, esta misión fue un éxito rotundo por un motivo: porque Gedeón venció sus miedos, y la llevó a cabo de la mejor manera que pudo.

Todos, cuando Dios nos llama a hacer cosas que no hemos hecho antes, nos sentimos nerviosos, inadecuados, fuera de nuestra zona de confort... pero cuando aun así vamos y  obedecemos a Dios, eso es lo que marca la diferencia.

Amigo/a, Dios no busca perfección, sino que busca obediencia. ¡La perfección, de hecho, viene  poco a poco como consecuencia de la práctica y de la obediencia!

Si notas que Dios te está llamando a hacer algo, no tengas miedo de fallar. ¡Solo hazlo, y deja que Dios te enseñe y te perfeccione en el camino! Solo fallarás si al final decides no hacerlo.

Tu obediencia es la clave para que Dios haga cosas preciosas, tanto en tu vida, como en la vida de los demás.

Christian Misch
Author

Pasionado de las nuevas tecnologías y autor de "Un Milagro Cada Día", compartiendo inspiración diaria para seguir a Jesús.