Fecha de publicación 27 de ago. de 2023

Amigo/a, 🦋 Transforma Vidas con tu Testimonio

Fecha de publicación 27 de ago. de 2023

Llegamos al final de esta semana de “pequeños comienzos”, y me gustaría terminar por uno que creo que te va a retar: el de hablar a otras personas acerca de Dios.

Sé que a veces el tema de compartir acerca de nuestra fe puede ser complicado. A no ser que tengas un llamado muy marcado de Evangelista, es probable que sientas en ocasiones dudas, temores o inseguridad a la hora de hablar a otras personas acerca de Dios.

Todos conocemos el pasaje de la Biblia que dice: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree…” (Romanos 1:16). Y puede que, al mencionar este pasaje, te sientas aún más acusado y condenado por no hablar tanto a otras personas como sientes que debieras.

Pero me gustaría darle la vuelta a esta situación. Creo que, si en ocasiones no hablas de Dios, no es porque te avergüences de Él, sino más bien por miedo de no saber cómo hablar de Él adecuadamente.

El temor de la reacción de las personas, de que nos puedan hacer preguntas que no sepamos contestar o de que nos mostremos inseguros al hablar, nos lleva a no abrir nuestros labios. Es una estrategia de las tinieblas para atenazarnos, y bloquearnos.

Sin embargo, como ya sabes, hay pequeños pasos que nos ayudarán a desbloquearnos, y a empezar a compartir nuestra fe con otros de manera más natural.

Estos son los pasos que más me ayudan a mí personalmente:

  • Ora por las personas a las que quieras hablar de Dios: Cuando oras por ellas, tu amor por ellas crece, y eso no solo abrirá oportunidades, sino que te llevará a tener más deseo de hablarles.
  • Comparte tu testimonio: A la hora de hablar con las personas, no te centres en querer “ganar” la conversación, ni te preocupes por cómo reaccionarán. Solo comparte con ellos tu testimonio, lo que Dios ha hecho en tu vida, y algún pasaje de las Escrituras que venga a tu corazón en esos momentos. Ambos tienen un poder enorme.
  • Está atento a las oportunidades que se presenten: Cuando se abra una puerta, aprovecha para hablar de Dios, y oriéntalo siempre desde tu propia perspectiva: de lo que Dios ha hecho en tu vida, y de lo que puede hacer en la vida de los demás. No te preocupes si no te sale perfecto: con la práctica crecerás, pero cada palabra “imperfecta” que hables ahora con esas personas tendrá ya la capacidad de transformar sus vidas, por el poder del Espíritu Santo.

Amigo/a, ¡Dios quiere bendecir a muchas personas a través de ti! A esta lista, hay otras acciones pequeñas que podemos añadir, tales como compartir cosas interesantes en las redes sociales (como los textos de Un Milagro Cada Día ;) que pueden ser de una bendición enorme para muchas personas. ¡Nunca sabes cómo Dios va a usar una de esas publicaciones! =)

Toma acción ahora mismo: pídele a Dios que te revele qué pasos dar en este tema, ¡y dalos sencillamente! Sin duda, eso será de una bendición enorme, tanto en tu vida, como en la de los que te rodean.

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Christian Misch
Author

Pasionado de las nuevas tecnologías y autor de "Un Milagro Cada Día", compartiendo inspiración diaria para seguir a Jesús.