💫 Transforma tus quejas
¡Las cosas no cambian! ¡Otra vez tengo que cocinar, hacer esto y lo otro! Dios, ¿por qué no me sanas? Dios, ¿por qué no cambias a mi jefe o me cambias de trabajo? La lista de quejas se torna interminable. ¿Te ha sucedido, Amigo/a? Sabes, ¡esa fui yo por muchos años!
Mira, esta palabra trajo una profunda convicción a mi vida. En Filipenses 2:14 (NTV) Pablo nos exhorta: “Hagan todo sin quejarse y sin discutir”. Así es, una de las características de un corazón humilde es hacer todo sin quejarse o pelear.
Pablo nos enseña sobre lo que motiva a un corazón humilde, como el de Jesús, quien actuó siempre movido por el amor. Por lo tanto, a partir de ahora, en lugar de comenzar mi día con una queja, lo inicio con gratitud. He transformado mis quejas en agradecimiento.
Aunque muchas de las cosas que me hacían quejarme no cambiaron mucho, ¿sabes qué sucedió? ¡Mi corazón y mis motivaciones sí lo hicieron!
Amigo/a, quiero recordarte que estás en Cristo, eres nueva criatura, solo su espíritu te capacita para ser cada día más como Él. Permite que Jesús transforme cada parte de ti. Y tu vida comience a brillar con la luz de Cristo.
Piensa, ¿cómo cambiaría tu vida si en lugar de enfocarte en lo negativo, comenzaras a ver las bendiciones a tu alrededor? ¿Qué pasaría si, en lugar de quejarte, das gracias a Dios por lo que tienes, por las personas que puso a tu lado y por las oportunidades que te brinda cada día?
Oremos: “Señor Jesús, rindo mi corazón ante ti. Gracias porque me estás transformando a tu imagen cada día. Dejó atrás la queja, las discusiones y el egoísmo. Renuevo mi compromiso de vivir en gratitud, confiando en tu amor. Elijo ver tus bendiciones en cada momento y reflejar tu amor en todo lo que hago. En tu nombre Jesús. Amén”