🍞 Tienes un lugar en la mesa

Algunos de mis recuerdos más cálidos de la infancia ocurrieron alrededor de la mesa. El aroma del pan recién horneado. Las risas llenando la habitación. La alegría de estar juntos.
En ese entonces no lo entendía, pero algo sagrado estaba ocurriendo. Esa mesa no era solo para comer, era un lugar de pertenencia.
Jesús te invita a una mesa como esa. Cuando enseñó a orar, dijo: “Padre nuestro que estás en los cielos.” Mateo 6:9
No dijo "mi Padre", dijo "nuestro". Desde la primera palabra, Jesús nos unió. Nos dio un lugar alrededor de la mesa de su Padre, el tuyo y el mío.
Hace unos años, visité el Monte Athos, un monasterio ortodoxo profundamente tradicional. Como evangélico, todo me resultaba ajeno: íconos, incienso, cantos… Pero entonces sentí que el Padre me susurraba al corazón: “Ellos también son mis hijos.”
🧡 Hay una sola mesa. Un solo Padre.
Y tú estás invitado a sentarte, tal como eres.
Pensamiento milagroso de hoy: No eres un invitado, eres familia.

