Amigo/a, 🎉 Tienes cosas que celebrar…
¿Cuándo fue la última vez que alguien consiguió ponerte de los nervios? No sé si te habrá pasado a ti, pero a veces me he encontrado con personas que me han parecido sencillamente inaguantables.
A la hora de proseguir adelante hacia la meta, hay muchos obstáculos que se nos presentan en el camino. Uno de los más comunes y de los más importantes, tiene que ver con nuestra forma de relacionarnos con los demás. Nuestra naturaleza humana caída tiende a juzgar, a menospreciar, a etiquetar, a discutir, a enfadarse… pero el Espíritu de Dios en nosotros nos lleva a ver a todas las personas desde una perspectiva diferente.
Sí, esa persona que te pone de los nervios es preciosa para Dios. Es verdad que puede tener defectos, incluso quizá problemas graves, pero lo que es cierto es que necesita ayuda para salir de ahí, y Dios quiere ofrecérsela a través de ti. ¡Sí, de ti! =)
Piensa en esto por un momento: ¿Por qué no celebrar las cosas buenas que tiene esa persona, en lugar de fijarte solo en las malas? ¿Por qué no dar gracias a Dios por la oportunidad de tenerla en tu vida, en lugar de menospreciarla?
La Biblia nos dice: “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14). Todo lo que viene de Dios es santo, puro y rebosa de paz. Cuando trasladamos estos principios a nuestras relaciones, podremos ver cada interacción con los demás como una oportunidad para disfrutar de paz, de bendición, e incluso poder ver la obra del Señor en la vida de la otra persona a través de nosotros. ¡Esto cambia las reglas del juego!
Amigo/a, aparta de ti las malas actitudes, y ¡deja que la paz inunde cada una de tus relaciones! Eso te evitará caer en las zanjas del camino, y te ayudará a seguir avanzando hacia la meta raudo y veloz, dejando bendición a tu paso.
¡Sé que puedes hacerlo!