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Fecha de publicación 8 de dic. de 2024

💎 Tesoros que no se pierden

Fecha de publicación 8 de dic. de 2024

Hemos llegado al final de esta serie enfocada en la bendición de dar. Para concluir, me gustaría invitarte a poner la mirada más allá de esta vida. No me dejarás mentir cuando digo que nuestra tendencia natural como seres humanos es acumular cosas.

Recuerdo hace muchos años, cuando mi hermano y yo éramos aún niños en casa de nuestros padres. Un día, mi padre regresó a casa y se encontró con una escena: mi hermano lloraba desconsoladamente y mi mamá estaba furiosa. Al preguntar mi papá qué estaba pasando, mi hermano acusó a mi mamá de haberle tirado su juguete. Acto seguido, mi papá empezó a cuestionar a mi mamá sobre por qué le había hecho eso a mi hermano, lo que lo había enojado tanto. Para no hacerte el cuento muy largo, cuando mi mamá le mostró el “juguete” en cuestión a mi papá, no le quedó otra opción que reírse, ya que el “juguete” era en realidad un limón negro y duro, tan viejo que se había puesto así.

Te cuento esto porque esta es la realidad de nuestra humanidad, nos encanta acumular aún lo que no necesitamos para nada y nos volvemos aprensivos con cosas que ya no sirven o ya no vamos a usar. Como cierta cantidad de camisas en mi closet que no he regalado o tirado por si algún día me vuelven a quedar. Y de esta manera “nuestras cosas”, se convierten en nuestros “tesoros”. Esto incluye nuestros bienes materiales y nuestro dinero.

Y por causa de este afán por acumular, nos cuesta mucho ser generosos, compartir y dar. Porque en este mundo cada vez más individualista cada uno debería “tener sus cosas” y no depender de nadie. Sin embargo, la Biblia continuamente desafía este concepto. 

Me encanta la imagen de la primera iglesia de Hechos donde dice que “Todos los creyentes eran de un solo sentir y pensar. Nadie consideraba suya ninguna de sus posesiones, sino que las compartían.(Hechos 4:32).

Amigo/a, ¡imagínate vivir de esta manera! Va en contracultura completamente de nuestra sociedad. Pero fueron estos primeros creyentes viviendo de esta forma tan radical, a quienes acusaron de estar “trastornando el mundo entero”.

La otra cosa que nos dice la Biblia al respecto, es que hay más bendición en dar que en recibir, es que vivir de esta manera contracultural nos lleva a un tipo de acumulacion mucho más significativo, la Biblia dice que acumulemos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar” (Mateo 6:20).

Con esto quiero decirte que, el mejor tesoro es aquel que nunca puedes perder. La pregunta es, ¿dónde prefieres acumular tesoros? ¿En la tierra, donde todo es pasajero, o en el cielo, donde los tesoros tienen un valor eterno?

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Eleazar Diaz
Author

Pastor principal de una iglesia y director de un programa de discipulado y misiones en Guadalajara, México. Mi pasión es que cada persona pueda tener una relación intima y apasionada con Dios.