Fecha de publicación 10 de dic. de 2021

Amigo/a, 🙈 Te veo

Fecha de publicación 10 de dic. de 2021

Continuamos hoy nuestra serie especial de Adviento con el testimonio de la mujer de Pedro, Éden. Recuerda que estas historias están basadas en la serie de The Chosen. Al final de su testimonio, terminaré como siempre con unas pocas palabras de ánimo. Te dejo con su relato:

Cuando me casé con Simón Pedro, vi en él a un hombre bueno, lleno de fe y de amor por Dios. La vida, sin embargo, no ha sido siempre fácil para él. Con el paso de los años, su fe empezó a apagarse, a la vez que las deudas y los problemas se multiplicaban.

Siempre recordaré aquél día en el que me contó el milagro que Jesús de Nazaret había hecho con la pesca. ¡Era tan increíble! En un momento, habían desaparecido nuestros problemas económicos. Pero lo más importante es que el hombre con el que me había casado había vuelto. 

Había un brillo en sus ojos que hacía mucho tiempo que no veía, inspirado por una fe renovada. Jesús le había pedido que le siguiese. ¡Estaba tan contenta por él, tan agradecida a Adonai por haber restaurado a mi esposo! Siempre creí que Dios tenía un plan para su vida.  

Sin embargo, ahora era yo la que tenía un problema. No solo me encontraba más sola debido a los viajes que Pedro tenía que hacer con Jesús, sino que, además, mi madre llevaba unos cuantos días enferma, y la fiebre no se apartaba de ella. Cada día se encontraba peor, y no sabía qué más hacer. 

Fue entonces cuando finalmente Le vi. Jesús vino un día a casa con Pedro, y me dijo algo que tocó mi corazón: “Te veo. Tienes un papel que jugar en todo esto...”. ¡Cuánto necesitaba escuchar esas palabras! 

Luego entró a la habitación en la que mi madre se encontraba postrada, tomó su mano, y pronunció una sola palabra: “Déjala”. La fiebre y la enfermedad no pudieron resistir la autoridad que provenía de Él. Al instante, mi madre se levantó de la cama, completamente sana, sin saber muy bien lo que había ocurrido (Mateo 8:14–15). Se puso rápidamente a servirnos, como siempre hacía cuando había invitados en casa. ¡El Mesías acababa de sanar a mi madre!

Ahora sé que no soy invisible para Él, y que Él cuida de mí y de mi familia. Ahora sé que yo también tengo un propósito aquí en la tierra. 

Me llamo Eden, esposa de Simón Pedro, y he sido elegida por Jesús

PD: Amigo/a, quizá haya momentos en los que sientes como si fueras invisible para Dios, como si todo lo que tiene que ver con Su Reino fuese algo muy lejano a tu realidad. Pero Él te ama, y te ve. Él te conoce perfectamente, y tiene planes de bendición para ti y para tu familia. ¿Te apetecería orar conmigo? “Señor, ayúdame a ser más consciente de que estás conmigo todos los días, hasta el fin del mundo. Que mi familia y yo te sirvamos siempre en todo lo que has preparado para nosotros, y que especialmente durante estas fechas de Navidad podamos ponerte en el centro de todo lo que hagamos. En el Nombre de Jesús. ¡Amén!”

Christian Misch
Author

Pasionado de las nuevas tecnologías y autor de "Un Milagro Cada Día", compartiendo inspiración diaria para seguir a Jesús.