👨🏻💼 ¿Te ven a ti o ven a Jesús en ti?

Llegamos al final de la semana, Amigo/a, mi anhelo es que hayas sido tan bendecido y edificado como yo. Mientras miramos hacia adelante, quiero dejarte una invitación especial: vive de una manera que honre al Señor en todo lo que hagas.
Su palabra nos dice en Colosenses 1:10 (RVR1960): "Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios."
En otras palabras, Pablo nos anima a vivir de acuerdo con nuestra fe. Si digo que sigo a Jesús, entonces mis acciones deben reflejar su carácter.
El término “andar” hace referencia a nuestro estilo de vida: cómo vivimos cada día, cómo tomamos decisiones y cómo nos relacionamos con los demás. Significa buscar Su voluntad en todo lo que hacemos, dejando que nuestra fe guíe cada paso.
Cuando vivimos así, comenzamos a dar frutos. Estos frutos son el resultado visible de una fe viva: buenas obras que nacen del amor de Dios en nosotros. Actuar con amor, generosidad, perdón y paciencia no es un esfuerzo aislado, sino la consecuencia natural de un corazón lleno de Cristo. Cuando Él habita en nosotros, se nota.
Amigo/a, recuerda el propósito de nuestra fe: no solo conocer a Dios, sino vivir de forma que Él se refleje en ti. Esta verdad me ayudó a comprender mejor lo que significa vivir conforme a lo que creo.
Por eso, te animo a rendir tu vida a Dios cada día. Acércate más a Él mediante la oración, la meditación en Su Palabra y la obediencia. Cuanto más lo conoces, más lo amas… y más deseas vivir como Él.
Pido a Dios que tu vida sea instrumento de Su amor para impactar al mundo.

