Amigo/a, ¿te has terminado las verduras? 🥬
¿Recuerdas cuando eras pequeño y tenías que terminarte las verduras?
Mi familia no fue nunca demasiado exigente en ese aspecto (además, cuando era pequeño comía muy bien, así que ese no era realmente un problema para mí =), pero conozco amigos que sus padres no les dejaban levantarse de la mesa hasta que hubiesen terminado de comerse las verduras. A otros les dejaban irse, pero por la noche volvían a ver de nuevo el mismo plato inacabado de verduras sobre la mesa, y hasta que no se lo terminasen no tenían acceso el resto de la deliciosa cena que estaba delante de ellos, esperándoles.
Sí, Amigo/a, comerse las verduras no era una sugerencia sino un mandamiento. Quizá cuando éramos pequeños no entendíamos demasiado bien el propósito de ello, pero el único motivo por el que nuestros padres nos obligaban era porque sabían que lo necesitábamos para crecer sanos y fuertes.
Ayer analizábamos el pasaje en el que Dios llama a Josué a guiar al pueblo de Israel a la tierra prometida. Unos versículos más abajo, Dios le vuelve a decir a Josué: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (Josué 1:9). Dios no le sugiere a Josué que sea valiente: es un mandamiento, una orden. Le manda en tres ocasiones a lo largo de este pasaje que se esfuerce y que sea valiente, porque sabía que sin estas cualidades no podría cumplir con su misión.
Amigo/a, Dios te manda hoy que seas valiente porque sabe que es lo mejor para tu vida. ¿Te imaginas cómo serías y qué cosas harías si fueses más valiente de lo que eres ahora mismo? Seguro que te sentirías mucho más libre y vivo(a) en tu día a día. Dios quiere que experimentes la bendición de trabajar esforzadamente y con valentía en tu vida, y todo comienza por una decisión de tu parte. ¿Le harás caso?