🙇🏻♀️ ¿Te gustaría agradar a Dios?

¿Alguna vez has pedido perdón a Dios por pecados que no eras consciente? Ayer te mencioné que me encantan los Salmos, y sobre todo, en este tiempo me han cautivado las oraciones que se encuentran allí.
Uno de mis salmos favoritos es el Salmo 19, hay tanto que meditar de la profundidad de este salmo. De hecho, no sé si te acuerdas, pero en una seria pasada te compartí sobre cómo este Salmo exalta la grandeza y hermosura de la Palabra de Dios (vs 7-11).
Pero en esta ocasión me gustaría que veamos sobre las peticiones que David. En oración le pide a Dios que le perdone por los errores y pecados que pudo haber hecho inconscientemente… ¡wow! ¿A quién se le ocurre una oración así? Solo a alguien que verdadera y profundamente quiere agradar a Dios.
La siguiente petición es igual de poderosa; David le pide a Dios que lo ayude a no pecar conscientemente y que el pecado no lo domine. Lo que me encanta de estas peticiones es que son reales, vienen de una persona honesta que reconoce las luchas y tentaciones que tiene en su corazón. Mi amigo/a, ¿qué tan sincero/a eres con las luchas que hay en tu corazón?
¿Sabes? Muchas veces he hablado con Dios, pidiéndole que me libre de esas tentaciones repetitivas, rogándole que me las quite por completo, pero Él me ha respondido: “bástate en mi gracia”. Estas oraciones reales y transparentes le agradan a Dios, porque Dios quiere una relación completamente auténtica contigo. No quiere una relación formal, religiosa, mecánica o forzada. ¡No! Dios anhela una relación auténtica contigo.
Amigo/a, hoy quiero invitarte a que hagas una oración real, honesta y sin fórmulas. Cuéntale a Dios tus luchas, tus errores, tus frustraciones, déjalo en sus manos sin adornos, ¡solo tú y la persona que más te ama! tu Padre.
Me encanta como termina este salmo; “Sean, pues, aceptables ante ti mis palabras y mis meditaciones oh Señor, mi roca y mi redentor” Salmo 19:14
¿Puedes ver el corazón de David? ¿Puedes ver el anhelo, el deseo de David por agradar a Dios?
Por hoy, finalizo con esta pregunta: ¿Reconoces en ti este anhelo?

