Amigo/a, ¡soy casi una leyenda! 😄
La generosidad es una de las cosas que más bendiciones traen a nuestra vida.
Recuerdo que, cuando empecé mis estudios de magisterio en la universidad, me ofrecí a ser el delegado de la clase. Creé un grupo de email para enviar notificaciones a todos mis compañeros, y empecé a coordinar con ellos aspectos clave de la clase. Como siempre tomaba mis apuntes en el ordenador, un día tuve una idea: ¿y si compartía mis apuntes con todos mis compañeros de clase? Así lo hice. Empecé a mandar a todos mis compañeros emails periódicos con todos mis apuntes, para que pudiesen usarlos de referencia, y seguí haciéndolo durante los 4 años que duró la carrera. ¡Eso creó una revolución tal en la facultad que, aun a día de hoy, muchos años más tarde, se sigue hablando del “chico que compartía sus apuntes con todo el mundo”! Me convertí casi en una leyenda en la universidad, gracias a un simple gesto de generosidad =)
A lo largo de mi vida, he buscado siempre ser lo más generoso posible en todas las áreas, tanto con mi tiempo, como con mi dinero y mi servicio a otras personas, y no soy capaz de describir todas las bendiciones y las puertas que esa generosidad ha abierto en mi vida. ¡Son más de las que puedo contar!
La Biblia dice: “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir” (Lucas 6:38). Amigo/a, cuando das generosamente, las puertas de la bendición se abren sobre tu vida. Fíjate cómo dice que será la medida de tu recompensa:
- Buena, muy buena
- Apretada, para que quepa lo máximo posible =)
- Remecida, bien comprimida
- Rebosante por todos lados
¡Es impresionante! Ahora tengo la enorme bendición de ser el autor de Un Milagro Cada Día, y sigo en mi línea de querer ser lo más generoso posible. Es por ello que, junto a mi equipo, comparto contigo textos diarios, vídeos, audios, planes de lectura de la Biblia, Guías de Estudio, Eventos en Vivo… y sigo buscando nuevas ideas para ayudarte a crecer cada vez más y más en tu relación con Dios. ¡Deseo que nuestros esfuerzos estén siendo de gran bendición para tu vida, Amigo/a!
Te llevo en mi corazón.