❤️🔥 Solo Dios es digno de tu adoración
El señor es uno… ¿Por qué crees que algo tan importante como esto debería estar en una oración como el Shemá? Una oración tan significativa, que se repetía, como te mencioné, al menos dos veces al día. Una oración que el pueblo de Israel utilizaba para recordar verdades fundamentales, y que, cientos de años después, Jesús usó como ejemplo para enseñar cuál es el mandamiento más importante.
La respuesta está en que, cuando Moisés da el Shemá en Deuteronomio, el pueblo de Dios era un pueblo en formación, un pueblo rodeado de muchos otros pueblos, cada uno con sus propios dioses a quienes adoraban. Con esta oración, el pueblo de Dios se recordaba cada día que solo adoraban a un solo Dios: el Dios viviente, el creador de todo.
Me encanta esta oración, y especialmente esta parte de ella, porque tal vez tú estés pensando: "Ok, esto no aplica para mí, porque yo ya sé que solo hay un Dios verdadero y no estoy adorando otros dioses, como muchas veces hizo el pueblo de Israel".
Pero, déjame desafiarte un poco y animarte a pensar: ¿cuántas veces no has luchado con la idolatría? Yo sé cuánto tengo que luchar para no caer en ella, porque, ¿qué es realmente la idolatría? Poner cualquier cosa antes que Dios, o en el lugar de Dios. Entonces, muchas veces aun sin darnos cuenta podemos estar cayendo en idolatría; con el dinero, con los bienes, con el trabajo, con nuestros sueños, con el poder, aun nuestra propia familia puede convertirse en un ídolo.
“Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza.” Deuteronomio 6:4-5
Amigo/a, ¿hay algo en tu vida hoy que podría ser un ídolo? ¿Algo que estés poniendo en el lugar de Dios, o que te esté alejando de Dios? La invitación del Shemá hoy es: “nuestro Dios, el Señor uno es”. Es decir, solo puede haber un Dios en nuestra vida a quien damos toda nuestra adoración, solo nuestro Señor puede tener el lugar de Dios en nuestra vida, o sea el primer lugar, el trono y nuestra adoración.
Oremos juntos: Señor nuestro Dios, hoy reconocemos que hay tantas cosas en nuestra vida luchando por el primer lugar en nuestro corazón. Pero hoy te damos a ti toda la adoración porque solo tú eres digno de nuestra adoración, ayúdanos cada día a recordar que solo tu eres Dios, amén.