Amigo/a, 🧹 Simplifica tu vida
Como cristianos sabemos que somos llamados a brillar, pero a veces, ¡complicamos tanto las cosas!
Pensamos que para poder brillar tenemos que hacer muchas cosas, y todas ellas complicadas. O lo que es peor: pensamos que tenemos que esforzarnos por mostrar nuestra luz a los demás, proyectando una apariencia de lo que no somos.
Todas estas cosas están unidas a afanes, apariencia, orgullo, incluso sentimientos de superioridad y de ansiedad, que nos llevan a desviarnos de lo que Dios ha preparado para nosotros.
La vida cristiana, sin embargo, es mucho más sencilla y preciosa que todo eso. De hecho, mira lo que dice este pasaje de la Biblia:
“Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida…” (Filipenses 2:14–16)
A través de los años he descubierto que las cosas más preciosas de la vida son las más sencillas, y las más genuinas.
Dios nos ha creado para vivir en autenticidad y en sencillez. Y es en esa sencillez y originalidad que empezamos a experimentar esa fragancia del Cielo que nos lleva a disfrutar de cada cosa que hacemos, y a ser una bendición para los demás también.
Amigo/a, una vida refrescante, plena, sencilla, sin apariencias y sin afanes te está esperando. Una vida que brilla de manera natural con tanta fuerza, que está llena de la gloria y de la bendición de Dios en todo lo que hace.
A lo largo de estos días vamos a profundizar en el pasaje que te he compartido antes, ya que creo que nos permitirá resetear y centrarnos en lo que es realmente importante en nuestra vida cristiana.