Amigo/a, “si Tú me dices ven…”
La Palabra de Dios es extremadamente poderosa. Piensa en esto: Dios creó los Cielos y la Tierra, así como todo lo que existe en el universo, por medio de Su Palabra.
- Él es el Aquél que dice “sea la luz”, y la luz existe (Génesis 1:3)
- Él es Aquél que le dice al paralítico “levántate y anda” (Juan 5:8-9), y la enfermedad no puede resistir ni un segundo más.
- Él es Aquél que dice “ven”, y aun los mares se convierten en un camino transitable (Mateo 14:28–29).
- No hay tormenta que pueda resistir a Su “¡calla, enmudece!” (Marcos 4:39)
- Y un simple “sígueme” en Sus labios tiene el poder de cambiar una vida por la eternidad (Mateo 9:9)
La Biblia es la Palabra de Dios, y cuando decides apropiarte de Sus promesas y agarrarte a ellas por medio de la fe, te estás preparando para experimentar lo imposible hecho posible.
Pero aún más: Jesús mismo es la Palabra, el Verbo de Dios. ¿Sueles escuchar Su voz hablando directamente a Tu corazón? Él, con una sola palabra, puede romper tus miedos, deshacer tus angustias, y darte la fe que necesitas para ver milagros y experimentar sanidades, tanto en tu cuerpo como en tu alma. ¡Lo he experimentado tantas veces!
Amigo/a, ¡la Palabra de Dios está llena de poder, y la tienes al alcance de tu mano! Jesús quiere hablarte hoy, y fortalecer tu vida con Su Palabra, para que estés listo/a para enfrentar cualquier problema y brillar así con Su luz.
Agarra hoy la Biblia, lee un pasaje, y deja que Sus promesas te aviven y que renueven tus fuerzas en este día.