Amigo/a, si sirves, ¡sirves! 👨🏻🍳
Piensa en los reyes y en los famosos dirigentes de la antigüedad. Todos ellos, de una manera u otra, supieron mover sus “fichas”, como si de una partida de ajedrez se tratase, para conseguir mayor influencia, alianzas y poder. Esto, a menudo, significaba sacar a sus ejércitos y sacrificar a sus soldados en el campo de batalla, u oprimir a su pueblo con más impuestos.
Jesús, sin embargo, es diferente. Él es el Rey de reyes y Señor de señores, pero Él no vino a usar a Su pueblo para intentar engrandecerse: al contrario, Él vino a dar Su vida para salvar a Su pueblo. ¿Alguna vez has oído hablar de un rey que se sacrificase por sus conciudadanos? Es por eso que Jesús es el Rey Salvador, el Rey que tomó forma de siervo.
Así es como lo expresa la Biblia: “El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos…” (Mateo 20:28). Jesús lideraba a sus discípulos y a las multitudes, pero lo hacía siempre desde el servicio, el amor y la compasión, como veíamos ayer.
Amigo/a, si sirves a los demás, ¡entonces sirves para ser líder! Hoy tienes la oportunidad de ser un líder servidor: alguien que inspira a los demás mediante sus continuas acciones de amor y generosidad. ¡Es tan precioso caminar en ese amor que busca servir y bendecir a todos los que se crucen por su camino!
Si estás en una posición de liderazgo y tiendes a exigir o a hablar duramente a las personas, te animo a que te propongas cambiar tu acercamiento: empieza a servirles en todo lo que puedas, a la vez que les diriges. Tu gentileza y tu esfuerzo por ayudarles será un testimonio y una inspiración tan grande para ellos, que sin duda les llevará a dar lo mejor de sí mismos en su trabajo diario.
¡Sirve y bendice hoy a todas las personas que puedas!