Amigo/a, 🔥 ¡Serás conocido por tu diligencia!
Seguimos hablando acerca de la diligencia, y hoy me gustaría centrarme en la diligencia en relación con las cosas que tenemos que hacer.
Todos tenemos diferentes tipos de responsabilidades, y podemos afrontarlas de maneras distintas.
Podemos hacer las cosas con ánimo, o como por obligación; de manera eficiente, o arrastrando los pies; con alegría, o con cara de pocos amigos…
Mira lo que dice la Biblia: “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor” (Romanos 12:11). Vamos a ver las claves de este pasaje:
- Este pasaje está enfocándose en aquellas tareas que requieren diligencia de nuestra parte. Estas pueden ser tareas espirituales, o naturales, y son todas ellas importantes: tienen que ser hechas con la actitud correcta.
- Es por eso que lo primero que aparta de la ecuación este versículo es la pereza. La pereza es contraria al corazón de Dios, y viene para retrasarnos y complicarnos la vida. ¡No dejes que esa pereza te controle, sino apártala de ti en el Nombre de Jesús!
- En tercer lugar, nos habla de la antítesis de la pereza, que es el fuego de Dios. ¡Cuando ardes en Su fuego, Su pasión te lleva a hacer lo que sea, y de todo corazón!
- Y por último, apunta hacia la clave de todo: esa tarea que estás a punto de hacer, hazla para Dios, como parte de tu servicio a Él.
Ya sea pagar los recibos del banco, cambiar los pañales a tu bebé, o servir en tu trabajo a las personas que tienes por encima de ti: en todas esas circunstancias, eres llamado a apartar la pereza de ti y a servir a esas personas con diligencia, con el fuego de Dios, por amor a Él; porque en el fondo, al servir a esas personas, le estas sirviendo a Él, y tu actitud está dando gloria a Su Nombre.
Amigo/a, haz de la diligencia tu seña de identidad. Si siempre has sido conocido como alguien que hace las cosas a medias, holgazán o egoísta, que en este día puedes tomar la decisión de cambiar eso de una vez por todas, y de empezar a usar cada oportunidad que se te presente en el día a día para dar lo mejor de ti, por amor a Dios y a las personas.
¡Dios va a hacer cosas preciosas en tu vida!