🤕 Sana hoy tus heridas
¿Alguna vez has tratado de ocultar algo a toda costa? Por favor, no me contestes a esta pregunta, es solo para tu reflexión =)
Recuerdo un día, hace ya de esto muchos años, que fui a jugar al fútbol con mis amigos de la iglesia. Me puse las zapatillas equivocadas, y al volver a casa, ¡tenía los pies destrozados!
Podía sentir una gran incomodidad en los pies, y al mirar, vi que tenía heridas debido al rozamiento. No me quedó otro remedio que poner los pies bajo el grifo de la ducha, y desinfectarlos bien con agua oxigenada.
El escozor fue enorme, ¡pero luego me sentía tan bien! Podía sentir los pies relajados, sobre todo al ponerme calcetines nuevos y mis zapatillas de andar por casa. ¡Comodidad máxima!
Como seres humanos, tenemos una cierta tendencia a tratar de ocultar nuestros problemas o errores. No queremos lidiar con ellos, y no queremos que los demás se enteren de que los tenemos.
Eso se convierte en una de las mayores ventajas de las tinieblas y del enemigo en nuestras vidas: la esclavitud de tener que vivir en la apariencia, en la mentira. Es el miedo a que los demás descubran cómo somos realmente, y experimentar su rechazo, sobre todo de aquellos a los que más queremos.
Amigo/a, ¡es tiempo de sacar todo a la luz! No de cualquier manera, sino con sabiduría... pero es tiempo de limpiar y de tratar esas áreas en tu vida.
Dice la Biblia que “todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo” (Efesios 5:13).
Deja que la luz de Dios ilumine todo tu ser. Sí, es verdad, a veces escuece, ¡pero sienta tan bien después! =)