Amigo/a, ¡rompe los esquemas! 🛡
Una de las cosas que menos soporta el enemigo es la alabanza sincera a Dios.
En varias ocasiones, podemos ver en la Biblia cómo el pueblo de Israel, al alabar a Dios en medio del fragor de la batalla, vio milagros increíbles. Eso es lo que ocurrió cuando tres pueblos enormes se juntaron para pelear contra Jerusalén, en los tiempos del rey Josafat.
Los israelitas sabían que, desde un punto de vista humano, estaban perdidos. No tenían nada que hacer contra ese ejército tan numeroso, y lo sabían; pero también sabían que Dios era mayor que cualquier ejército o circunstancia adversa con la que tuviesen que pelear. Y es por eso que decidieron buscarle de todo corazón, y confiar en Él.
Cuando el día de la batalla llegó, el rey alentó al pueblo a confiar en las promesas de Dios, y mandó que un grupo de músicos fuese delante del ejército, alabando a Dios con todas sus fuerzas. Dice la Biblia que “cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros” (2ª Crónicas 20:22). ¡Wow! La alabanza produjo tal confusión entre los ejércitos extranjeros que se mataron entre ellos mismos, dando a los israelitas una de las mayores victorias de su historia, sin que tuviesen ni siquiera que pelear en el campo de batalla.
Amigo/a, ¡la alabanza destroza los planes de las tinieblas contra tu vida! No hay nada que desconcierte más al enemigo que la alabanza sincera a Dios, sobre todo cuando estamos pasando por situaciones difíciles. Si te encuentras hoy en medio del fragor de la batalla, ¡alaba a Dios con todas tus fuerzas, y dale gracias por todo lo que Él va a hacer en tu vida!
Deja que el Señor pelee por ti en este día.
