💨 Respira hondo, Él está aquí

“Y yo le pediré al Padre, y Él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre: el Espíritu de verdad.” Juan 14:16–17
Tu casa de oración no es solo arquitectura. No basta con tener habitaciones hermosas y cimientos sólidos. Debe estar llena. El Espíritu Santo no es un visitante, es quien da vida a toda la casa.
Es aliento en tus pulmones. Fuego en tu adoración. Paz en tu silencio. Cuando los discípulos esperaban en el aposento alto, el Espíritu vino como un viento… y llenó toda la casa (Hechos 2:2).
Y eso es exactamente lo que aún anhela hacer: llenarte por completo. Recuerdo temporadas de fatiga y confusión. A veces no necesitaba respuestas nuevas, solo necesitaba un nuevo aliento.
Y el Espíritu vino. En silencio. Con poder. Llenando cada rincón.
Christopher lo expresó así: “Una mañana, orando en silencio, el Espíritu me inundó con una alegría y esperanza que creía perdidas para siempre. El cielo realmente invadió mi corazón.”
🧡 El Espíritu de Dios no está lejos.
Está esperando un susurro, una bienvenida, una puerta abierta.
Pensamiento milagroso de hoy: El Espíritu Santo no alquila una habitación en tu vida, Él llena toda la casa.
Éric Célérier

