Amigo/a, renueva tu temor de Dios
Estoy convencido de que en muchas ocasiones has oído hablar acerca del temor de Dios. ¿A qué piensas que se refiere? Y sobre todo, ¿qué papel crees que juega en tu vida?
El Salmo 19 continúa hablando acerca de los mandamientos de Dios, y dice: “El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre...” (Salmo 19:9-10). Déjame que te ponga un ejemplo para analizar este concepto de una manera práctica:
- La primera persona tiene una actitud bastante crítica. En sus momentos de oración, suele en varias ocasiones quejarse a Dios de por qué no le ha contestado aún a sus oraciones. Tiene reacciones fuertes, hace comentarios con doble sentido, critica fácilmente… Cae en varios pecados, pero suele justificarse al decir que todo el mundo tiene fallos. Parece que, para ella, Dios es una ayuda para la vida, un apoyo para seguir adelante en el día a día, y finalmente llegar al cielo. El Cielo será ese lugar precioso en el que podrá disfrutar por fin de la vida.
- La segunda, por el contrario, tiene momentos de oración más profundos, en los que abre su corazón a Dios. Para ella, Jesús es todo, y no quiere ofenderle. No justifica sus pecados, sino que está atenta a discernir lo que está haciendo mal, y se esfuerza por apartarlos de su vida. Le pide a Dios que le muestre Su voluntad en el día a día porque quiere agradarle, y aunque hay cosas que todavía no entiende, sencillamente confía en Él. Para ella, llegar al Cielo será glorioso, sobre todo porque finalmente podrá ver y estar con Jesús.
La primera persona del ejemplo no tiene temor de Dios. Jesús no es realmente el Señor de su vida, sino que es más bien un medio para mejorar su existencia en esta vida y en la eternidad. Es por eso que no le da mucha importancia al pecado, y tiende a quejarse cuando las cosas no salen como ella esperaba.
La segunda persona, por el contrario, tiene su vida totalmente rendida a Dios. Le ama de verdad, no por lo que puede darle, sino por Quién es. Desea tener una relación real con Él, y agradarle en todos los detalles de su vida. Es el ejemplo perfecto de alguien que teme a Dios, que no soportaría la idea de ofenderle y estar separado de Él.
¿Ves la diferencia? Amigo/a, el temor de Dios te purifica. Que en este día puedas renovar conmigo tu temor por Dios y limpiar tus motivaciones, si por alguna casualidad te has ido apartando del camino. ¡Oro por ti, por un corazón cada vez más limpio y lleno de la Presencia de Dios! (Mateo 5:8)
Te llevo en mi corazón,