• ES
    • AR Arabic
    • CS Czech
    • EN English
    • ES Spanish
    • HI Hindi
    • HI English (India)
    • MG Malagasy
    • NL Dutch
    • NO Norwegian
    • PT Portuguese
    • TA Tamil
    • TH Thai
    • TL Tagalog
    • TL Taglish
Fecha de publicación 27 de feb. de 2025

🌪️ Refugio en la tormenta

Fecha de publicación 27 de feb. de 2025

¿Cómo enfrentas las malas noticias? ¿Qué es lo primero que haces al escuchar algo difícil, duro o triste?

Recuerdo hace unos años cuando recibí una noticia sumamente triste para mí. Mientras estaba estudiando en Paraguay, mi abuelita, en México, enfermó y poco tiempo después falleció. Hasta el día de hoy recuerdo cómo, después de escuchar la noticia, mi esposa (en ese entonces mi novia) y yo, fuimos a un lugar solitario donde pude pasar un tiempo orando a Dios y dejando en Él mi dolor.

Sabes, esto es algo que me encanta de mi relación con Dios: saber que en todo momento puedo venir a Él, con mi tristeza, preocupación, dolor, ansiedad e incluso enojo. De hecho, con cualquier cosa. Sé que, sin importar lo que esté pasando, puedo acudir a Dios y encontrar en Él consuelo.

Y tu, Amigo/a, ¿es tu Padre celestial la primera persona a la que recurres? Me encanta cuando leo sobre Jesús y veo la hermosa relación que Él tenía con su padre celestial y como Jesús sabía que siempre podía encontrar esa paz y consuelo que necesitaba en Él.

Como la ocasión cuando se enteró de la muerte de su primo y amigo, Juan el Bautista, mira lo que nos dice la biblia que hizo Jesús: “Cuando Jesús recibió la noticia, se retiró él solo en una barca a un lugar solitario.” (Mateo 14:13)

Jesús reconoció que para enfrentar la noticia que acababa de recibir necesitaba estar solo con su Padre, Él sabía que esta era la mejor manera de procesar lo que estaba sintiendo. 

Por eso hoy quiero hacerte esta invitación: cuando estés enfrentando una mala noticia, una situación difícil o un momento de ansiedad, busca estar a solas con Jesús. Permite que sea Él, junto con tu Padre celestial, quienes te den consuelo, paz y tranquilidad al saber que siempre estás en sus manos.

Porque no oramos juntos; Padre celestial, hoy reconozco que te necesito, especialmente en momentos difíciles necesito experimentar tu presencia en mi vida, necesito experimentar tu amor y compañía. Mi Señor te pido que nunca me abandones y que cada día pueda verte en mi caminar, ayúdame a buscarte en solitud, y a escucharte en el silencio, amén.

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Eleazar Diaz
Author

Pastor principal de una iglesia y director de un programa de discipulado y misiones en Guadalajara, México. Mi pasión es que cada persona pueda tener una relación intima y apasionada con Dios.