✅ Reemplaza la mentira por la verdad

Ayer hablamos sobre la importancia de reconocer los pensamientos que están moldeando nuestras acciones. También hemos identificado aquellos pensamientos que, aunque vienen de la cultura, el contexto, la sociedad o incluso de historias que nos han contado, podrían ser mentiras que nos están haciendo daño.
Pero hoy quiero decirte que, no basta solo con reconocer esas mentiras. Para ser transformados mediante la renovación de nuestra mente, como dice Romanos, necesitamos reemplazar esas mentiras con las verdades de la Palabra de Dios.
Te doy un ejemplo personal. Ya te he compartido en otras series cómo he luchado con el miedo en diferentes momentos de mi vida. Pero, ¿sabes? Me tomó mucho tiempo darme cuenta de la mentira que estaba en la raíz de esa lucha. Es una mentira sencilla, pero devastadora: Dios no es digno de mi confianza.
Esa mentira fue sembrada por el enemigo en mi mente y corazón, y sin darme cuenta, la estaba creyendo cada vez que el miedo me dominaba. Pero ahora que he identificado esa mentira, puedo reemplazarla con esta hermosa verdad: Dios cuida de mí, le pertenezco, y nada ni nadie puede separarme de su amor.
Por eso me encanta lo que dice la Palabra de Dios en Juan 8:36: “Así que, si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres”.
Amigo/a, quiero invitarte una vez más a examinar tus luchas más profundas, y en oración, pedirle a Dios que te muestre cuál es la mentira en la raíz. Solo al conocer la raíz podemos reemplazar la mentira con la verdad de Dios, y es en este proceso que encontramos libertad.
Tal vez por mucho tiempo has estado luchando en la superficie, sin darte cuenta de la raíz que alimenta ese temor, esa inseguridad, ese enojo o esa culpa. Hoy, Dios quiere llevarte más profundo. Te invita a identificar la mentira en la raíz… y a cambiarla por su verdad.
¿Por qué no oramos juntos?: Dios, tantas veces no nos damos cuenta de que vamos por la vida, llevando cargas diariamente, con ataduras que nos impiden vivir la vida plena y abundante que tú tienes para nosotros. Hoy te pido que nos ayudes a reconocer y reemplazar las mentiras, en tu santo nombre, amén.

