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Fecha de publicación 30 de dic. de 2025

💭 Recordar con gratitud

Fecha de publicación 30 de dic. de 2025

Cuando miro atrás en este año, con la mente y el corazón enfocados en agradecer, mi mente rápidamente se llena de motivos por los que puedo estar agradecido: la provisión y la protección de Dios sobre mi familia y, en especial, Su cuidado con la salud de mi hija. De hecho, solo eso bastaría para llenar completamente mi corazón de gratitud.Pero, ciertamente, hay muchas más razones por las que estoy profundamente agradecido con Dios en este año que termina.

¿Y tú, Amigo/a? ¿Puedes mirar atrás con el corazón agradecido y encontrar motivos que llenen tu alma de gratitud?

Me encanta lo que dice el Salmo 103:1–2: “Alaba, alma mía, al SEÑOR; alabe todo mi ser Su santo nombre. Alaba, alma mía, al SEÑOR, y no olvides ninguno de Sus beneficios.”

Amigo/a, es tan fácil quejarnos cada día por lo que no tenemos o por lo que aún anhelamos. Es tan fácil lamentarnos por lo que no salió como esperábamos o permitir que la amargura se cuele en el corazón. Pero la verdad es que siempre hay más razones para agradecer que para quejarnos.

Por eso este salmo es tan hermoso. En él y en muchos otros, David parece estar luchando contra esa tendencia natural del corazón humano. Está diciendo: “Alaba, alma mía…”, como quien se anima a sí mismo, recordándole a su mente y a su corazón que la alabanza es más poderosa que la queja.

Recuerdo una ocasión durante un viaje con varios estudiantes de la escuela de misiones en la que estoy colaborando. Íbamos en autobús rumbo a un centro de entrenamiento en las montañas, y el trayecto se extendió más de lo esperado. Cuando por fin llegamos, yo solo me quejaba de lo cansado que me sentía a causa del viaje, hasta que una estudiante me dio una gran lección. De pronto me dijo: “¿Por qué te quejas tanto? Llegamos bien, y el paisaje en el camino fue hermoso”. Uff, me quedé sin palabras.

La realidad es que de esa manera podemos ver este final de año. Podemos enfocarnos en lo difícil y agotador que ha sido… o podemos, como David, levantar la voz y decir: “Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de Sus beneficios”.

Para ayudarte a enfocar tu mente y tu corazón, te dejo estas preguntas para reflexionar:

  • ¿Por qué puedo agradecer a Dios este año?

  • ¿Dónde he visto Su mano obrar, aun cuando no entendía?

  • ¿Qué pruebas fortalecieron mi fe o me revelaron algo nuevo de Él?

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Eleazar Diaz
Author

Pastor principal de una iglesia y director de un programa de discipulado y misiones en Guadalajara, México. Mi pasión es que cada persona pueda tener una relación intima y apasionada con Dios.