Fecha de publicación 15 de may. de 2024

Amigo/a, 🤝 ¡Recibiras lo que te ha prometido!

Fecha de publicación 15 de may. de 2024

Recibirás todo lo que Él ha prometido para ti. ¿Lo crees? En momentos de dudas y dificultades, te puede resultar desafiante creer esto, pero considera esta poderosa promesa que personalmente ha sido un baluarte en mi vida en momentos de mucha duda.

2da Corintios 1:21-22 (RVR1960) nos asegura lo siguiente: "Es Dios quien nos capacita, junto con ustedes, para estar firmes por Cristo. Él nos comisionó, y nos identificó como suyos al poner al Espíritu Santo en nuestro corazón como un anticipo que garantiza todo lo que él nos prometió."

Dios, a través de su Espíritu, te capacita para mantenerte firme en cualquier circunstancia. Además, te ha dado un sello de identidad indiscutible: el Espíritu Santo, y su Espíritu no solo te acompaña, sino que también te asegura que eres hijo de Dios. Él mora en tu corazón como una garantía anticipada de todas las promesas que Dios te ha hecho.,

 Ánimo,  Él cumplirá cada una de ellas sobre ti y tu familia.

Amigo/a, ¿no te llena esto de esperanza? Sin duda, saber esto, llena mi corazón de esperanza y gratitud, porque sé que recibiré todo lo que Él me ha prometido. Pero, lo que es aún más importante, su Espíritu me garantiza que soy su hija.

Entonces, si todavía no has experimentado la plenitud de su Espíritu, te animo a que primero invites a Jesús a tu corazón y le pidas que te selle con su Espíritu. Habla con Dios; Él está esperando escucharte y desea llenarte con su poder, identidad y el gozo de su salvación.

Oremos juntos: "Señor Jesús, hoy te abro las puertas de mi corazón. Ven y ocupa tu lugar en él. Anhelo estar lleno de tu Espíritu Santo para poder caminar con fortaleza en este mundo. Gracias por estar conmigo.  ¡Sé que cumplirás tus promesas en mí!  En tu nombre, Jesús. Amén."

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Lorena Fitzgerald
Author

Formo parte del Ministerio de la Mujer de mi iglesia y hago coaching con mujeres. Disfruto compartir y ayudar a otros en su viaje espiritual.