Amigo/a, ⛲️ ¡Rebosante!
De entre todos mis personajes favoritos del Nuevo Testamento, Esteban, el diácono, es sin duda uno de los que más me inspira.
La primera vez que se habla de él en la Biblia ya se dice que Esteban estaba “lleno de fe y del Espíritu Santo” (Hechos 6:5). ¡Wow, esa es una buena forma de ser presentado! =)
Me encanta cómo la Escritura usa el término “lleno”. La vida de Esteban era como un recipiente, y no estaba a medias: él estaba totalmente lleno de Dios.
Esteban brillaba con la luz de Dios, y hacía cosas impresionantes para el Reino de los Cielos; pero todo eso era una consecuencia de estar lleno de Aquél que es la fuente de todo.
Y tú, Amigo/a, ¿cuán lleno de Dios te sientes? ¿Hasta rebosar? ¿Quizá a medias, o apenas un poquito? Es fácil que nuestra vida se vaya llenando de las preocupaciones y distracciones del día a día, y que cada vez haya menos espacio para lo que es realmente importante.
Amigo/a, es tiempo de vaciarte de lo superficial, para poder llenarte de lo eterno. Hoy quiero invitarte a que puedas llenarte de Aquél que ama tu alma, de Aquél que quiere darte una vida plena.
Sí, Dios desea que tu vida esté llena a rebosar de Él. A lo largo de estos días, vamos a analizar una serie de claves en la vida de Esteban que estoy convencido de que serán una gran inspiración para tu vida. ¿Estás listo/a? ;)
Dedica unos minutos ahora a centrarte en Dios, y a pensar en tu vida. ¿Qué otras cosas que te llenan “compiten” de alguna manera con la Presencia de Dios? Pídele que te ayude en este día a poder estar bien centrado en Él y en Su Presencia.
Dios anhela estar contigo, hoy y siempre.