Amigo/a, 🥽 Realidad Virtual
¿Alguna vez has jugado o visto un vídeo con gafas de realidad virtual? Yo he tenido la oportunidad de hacerlo alguna que otra vez, y es una experiencia realmente envolvente: parece que estás ahí, y que eso que estás viendo y oyendo es algo real. Sin embargo, es solo una ilusión.
Las tinieblas, el pecado y las tentaciones pueden ser como esas gafas de realidad virtual: se convierten en una realidad para nosotros, en algo que nos absorbe hasta el punto de desconectarnos de todo lo demás, y convertirse en “la realidad”.
Algo así es lo que le pasó al famoso hijo pródigo de la parábola. Ese joven estaba tan inmerso en sus deseos de disfrutar la herencia de su padre, que perdió de vista todo lo demás, dejándose llevar por un estilo de vida totalmente perdido y sin sentido. La parte más preciosa de esta historia es que hubo un momento en el que finalmente “volvió en sí...” (adaptado de Lucas 15:17), y fue en ese momento cuando recibió la claridad necesaria para tomar una decisión muy acertada: la de volver al Padre.
¿Te ha pasado esto alguna vez? Yo he experimentado esto varias veces a lo largo de mi vida, sobre todo en relación al trabajo. Cuando tengo un proyecto que realmente me motiva puedo estar días enteros trabajando en él sin parar. En esos momentos, puedo notar cómo el trabajo se está convirtiendo casi en un ídolo para mí, en algo que me absorbe hasta tal punto que me aísla, me afecta en mi relación con Dios, y que me hace sentir agotado.
Gracias a Dios, he ido aprendiendo con el tiempo a estar más atento para no caer en esos desequilibrios, y a desconectar de manera regular para “volver en mí”, manteniendo así mi claridad y mi conexión con Dios. ¡Es tan bueno poder ver las cosas con nuevos ojos!
Amigo/a, ¡mira todo con nuevos ojos! Que en este día puedas quitarte todas las gafas de “realidad virtual” que el enemigo está tratando de poner en tu vida para distraerte, agobiarte, absorberte… para que puedas así vivir al máximo la vida plena que Dios quiere darte.
Que Dios sea siempre la realidad absoluta en tu vida,