🤓 ¿Qué tendencias sigues?
¿Alguna vez has cambiado tu punto de vista sobre algo, solo porque parecía que todos los que están a tu alrededor opinaban de manera diferente?
Por ejemplo, empiezas a ver una serie y no te gusta, pero como a todos tus amigos les encanta, decides darle otra oportunidad y sigues viéndola, hasta que, poco a poco, te va gustando a ti también. O no te gustan las gafapasta (ya sabes, esas gafas de bordes gruesos), pero como cada vez más gente que conoces las lleva, al final decides probarlas tú también… Si algo de esto te ha pasado alguna vez, ¡no estás solo/a! =)
Sí, el poder de las modas puede llegar a ser muy fuerte, y se aplica a cualquier área que podamos pensar. Cuando parece que a todo el mundo le gusta algo, podemos sentir la presión de seguir la corriente, para no quedarnos atrás. Y si bien es cierto que muchas veces estas modas no tienen grandes repercusiones en nuestra vida, en otras ocasiones pueden afectarnos, por ejemplo:
- Cuando nuestro entorno ve películas o series que tienen contenidos que sabemos que no están bien, pero aun así decidimos verlas para no quedarnos atrás, abrimos la puerta a la influencia de las tinieblas en nuestra vida.
- Cuando nuestros compañeros de clase o del trabajo nos hablan acerca de sus líos amorosos y dejamos que sus historias merodeen por nuestra mente, nos puede predisponer a seguir ese mismo camino de desorden.
En general, nuestro entorno siempre va a ejercer una influencia sobre nosotros, especialmente en la medida en la que se lo permitamos.
El rey David sigue hablando de aquellos que resisten firmes en la presencia de Dios, y hace referencia a “aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, pero honra a los que temen a Jehová” (Salmo 15:4).
Sí, es tiempo de que no prestemos atención a aquellas tendencias viles que quieren venir a nuestra vida, aunque nos vengan a través de famosos o de personas que nos sean queridas. De hecho, si sientes que esas personas están siendo en cierto modo un tropiezo para tu vida, es sabio que pongas cierta distancia con ellas.
Amigo/a, ¡rodéate de personas que teman a Dios! Personas humildes, que busquen a Dios de todo corazón y que deseen no ofenderle de ninguna manera. Sus consejos serán de bendición para tu vida, y te ayudarán a permanecer firme en el camino ;)
¡Sigue escalando el Monte Santo, y hazlo rodeado de buena compañía!
