Fecha de publicación 31 de ene. de 2021

Amigo/a, ¡qué curioso!

Fecha de publicación 31 de ene. de 2021

¿Te consideras una persona curiosa?

Me encanta ver la curiosidad de Daniel. En la última gran visión que aparece recogida en el libro que lleva su nombre, Daniel, en un momento, se acercó a uno de los que aparecían en su visión, y le preguntó qué era aquello. ¿Te imaginas? Con la misma frescura como si le estuviese preguntando la hora a alguien que pasaba por la calle =)

En otra ocasión, al final de la visión, Daniel preguntó: “Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas?” , a lo que le contestó: "Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin…” (Daniel 12:8-9). ¡Me encanta la respuesta, sobre todo por el “Anda, Daniel…”! Es la típica expresión que diríamos a un niño que pregunta demasiado =)

Sí, una de las claves para recibir respuestas de Dios es preguntarle, y Daniel era persistente: no solo en preguntar, sino en querer entender. ¡Es por ese motivo que se pasó 3 semanas ayunando, como vimos ayer! Porque realmente tenía hambre de escuchar la voz de Dios en su vida, más que de ninguna otra cosa. 

La relación de Daniel con Dios era tan cercana, que Dios le reveló cosas impresionantes, incluso cosas que iban a ocurrir en el futuro. Amigo/a, este es el tipo de relación que Dios quiere tener contigo, y para ello, es imprescindible que aprendas a escuchar Su voz. Como dice la Biblia: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1 Corintios 2:9). Sí, estas son las cosas que Él ha preparado para ti, Amigo/a.

“Señor, quiero conocerte más, y escuchar todo lo que quieres decirme, estar atento a todo lo que quieres revelarme. Quiero conocer más Tu corazón, y tener una amistad profunda contigo. ¡Háblame Señor, y ayúdame a tener mis oídos atentos a Tu voz! En el Nombre de Jesús. ¡Amén!”

Christian Misch
Author

Pasionado de las nuevas tecnologías y autor de "Un Milagro Cada Día", compartiendo inspiración diaria para seguir a Jesús.