• ES
    • AR Arabic
    • CS Czech
    • DE German
    • EN English
    • ES Spanish
    • FA Farsi
    • FR French
    • HI Hindi
    • HI English (India)
    • HU Hungarian
    • HY Armenian
    • ID Bahasa
    • IT Italian
    • JA Japanese
    • KO Korean
    • MG Malagasy
    • MM Burmese
    • NL Dutch
    • NL Flemish
    • NO Norwegian
    • PT Portuguese
    • RO Romanian
    • RU Russian
    • SV Swedish
    • TA Tamil
    • TH Thai
    • TL Tagalog
    • TL Taglish
    • TR Turkish
    • UK Ukrainian
    • UR Urdu
Fecha de publicación 29 de nov. de 2025

🍲 ¡Qué aroma maravilloso!

Fecha de publicación 29 de nov. de 2025

¿Has notado cómo ciertos aromas pueden transportarte a un momento especial?

El olor del pan recién horneado, el café por la mañana o una comida familiar que reconforta el alma. La gratitud tiene un efecto muy parecido: cuando eliges agradecer, desprendes un aroma que transforma el ambiente donde estás.

Piensa en esto, Amigo/a: cada vez que decides dar gracias en lugar de quejarte, cuando eliges bendecir en lugar de criticar o cuando reconoces la fidelidad de Dios aun en medio de las pruebas, estás esparciendo el “aroma de Cristo” en tu entorno.

La Biblia lo dice así: “Gracias a Dios, que nos hace triunfar siempre en Cristo, y por medio de nosotros esparce en todo lugar el aroma de su conocimiento” (2 Corintios 2:14, RVA).

La gratitud nos hace conscientes del triunfo que tenemos en Cristo y nos permite irradiar ese aroma especial allí donde vamos. No solo alegra tu corazón, sino que contagia esperanza, fe y alegría a quienes te rodean. Así como una casa se llena de un olor delicioso cuando hay algo bueno en el horno, una vida agradecida llena de fragancia cada lugar al que llega.

Y lo más hermoso es que ese aroma no se desvanece fácilmente, porque proviene del Espíritu de Dios que habita en ti.

Entonces dime, Amigo/a: ¿qué aroma estás dejando en los demás?

Permite que tu vida se impregne del perfume de la gratitud, para que otros también perciban el amor y la bondad de Dios a través de ti. Que cada día la acción de dar gracias sea una constante en tu vida, y así experimentes las victorias que Dios ya tiene preparadas para ti.

¡Doy gracias a Dios por tu vida, Amigo/a!

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Lorena Fitzgerald
Author

Formo parte del Ministerio de la Mujer de mi iglesia y hago coaching con mujeres. Disfruto compartir y ayudar a otros en su viaje espiritual.